El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena interroga este jueves a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y cinco miembros de la Mesa por la declaración unilateral de independencia de Catalunya, después de la decisión de la Audiencia Nacional de enviar a la prisión a nueve consellers acusados de rebelión.

Obviamente el gran interrogante es si el Tribunal Supremo seguirá el mismo criterio que la Audiencia Nacional y, si la Fiscalía pide prisión incondicional -que es lo más probable-, envíe a Forcadell y la Mesa en la prisión. O bien, teniendo en cuenta las garantías que ofrece este alto tribunal a los aforados, decida ser más prudente y no encierre a los máximos responsables de la cámara catalana, que no están cesados, y que continúan en sus funciones. El Parlament está disuelto por la convocatoria de elecciones, pero los diputados, la Mesa y la presidenta, siguen siendo máximas autoridades del país.

De momento, el Supremo ya marcó la diferencia la semana pasada cuando aceptó aplazar las declaraciones. Llarena concedió a Forcadell, Lluís Maria Corominas, Lluís Guinó, Anna Simó, Ramona Barrufet y Joan Josep Nuet una semana para preparar su defensa y les impuso vigilancia policial como medida cautelar, en contraste con la decisión de la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela.

Todos ellos comparecen como investigados por los presuntos delitos de rebelión, sedición, malversación y otros conexos de los que la Fiscalía los considera responsables.

Sobre el desenlace tendrá mucho que ver la declaración que haga Carme Forcadell. Sobre ella pesan ya tres querellas más, y nunca se ha negado a declarar ante el juez del TSJC. Esta vez podría hacer lo mismo y más viendo que los miembros del Govern que se acogieron a su derecho a no declarar, han acabado entre rejas.

¿Qué puede pasar?

Dentro del ministerio público del alto tribunal hay criterios diferentes, si bien el hecho más probable es que la petición de medidas cautelares no se aleje demasiado de la prisión preventiva que la Fiscalía solicitó en la Audiencia Nacional para los miembros del Govern.

Una vez que se haya aclarado si la decisión de Llarena coincide o no con la de Lamela con respecto a las medidas cautelares, hay otra cuestión a resolver.

¿Se quedará el Supremo todas las causas?

Entre las estrategias de la defensa hay pedir la unión de la causa en una. Como hay aforados, la causa se tendría que quedar en el tribunal competente, que en este caso es el Tribunal Supremo.

Pero el mismo Tribunal Supremo sugería la posibilidad de reclamar para sí mismo parte o todo este caso en el auto en el cual asumía la competencia para investigar y a los seis miembros de la Mesa del Parlament por rebelión, sedición y malversación.

Si fuera así, y si el Supremo se desmarcara de la Audiencia Nacional, no dictando la prisión incondicional, no se puede descartar que deje en libertad al vicepresident y los consellers, encerrados en la prisión hace una semana, por tal de unificar también las medidas cautelares siguiendo su propio criterio.

La Sala de Admisión hacía extensiva su competencia para el caso a que el magistrado instructor lo considere oportuno, respecto de aquellas otras causas penales actualmente en tramitación y que puedan referirse a hechos imputados a los acusados.

De esta manera, el instructor podría considerar que son de competencia del Supremo, por ejemplo, las acusaciones por desobediencia al Constitucional y delitos conexos presentadas contra Forcadell y otros miembros de la Mesa ante el TSJC.

O también la causa abierta a la Audiencia Nacional que ha llevado a la prisión a políticos catalanes en vísperas de la campaña electoral para el 21-D en Catalunya.

Pero también está la posibilidad apuntada por algunos letrados, que el Tribunal Supremo siga el mismo criterio que la Audiencia Nacional, afianzando la mano dura de la judicatura contra el Govern catalán para el proceso independentista. Si es así, Forcadell no volverá con el coche oficial en Catalunya, sino que saldrá en un furgón policial dirección a Alcalá Meco.

El caso Nuet

El secretario tercero de la Mesa, Joan Josep Nuet (CSQP), pidió el martes en el Supremo el archivo de la causa por rebelión contra él, alegando su "pertinaz oposición al proyecto independentista" y su apuesta por el "acercamiento de posiciones entre Generalitat y Gobierno".

Nuet advierte que la querella de la Fiscalía contiene "errores graves", dado que lo imputa haber votado a favor de la tramitación de la ley de transitoriedad y de la resolución de independencia, cuando se abstuvo en el primero de los casos y votó en contra en el segundo.

La defensa del diputado de EUiA, que concurrió a las elecciones en la coalición Catalunya Sí que es Pot, ha aportado las actas de la Mesa correspondientes a estas dos resoluciones, así como 18 votaciones en que Nuet se opuso al "proyecto independentista".