Fernando Blanco, el padre de Nadia, ha utilizado su derecho de última palabra para asegurar que el objetivo del fiscal es "condenar" a su hija llevando sus padres a prisión en la cuarta sesión del juicio por el Caso Nadia. Hasta entonces, la jornada había estado protagonizada por el fiscal Pedro López, quien ha acusado este viernes a Blanco de ser un "embaucador" que utilizaba el "chantaje emocional" para lucrarse. "Como guionista o actor habría tenido más éxito", ha sentenciado en su informe final. Por su parte, en el alegato final de Margarita Garau, la madre ha negado haber utilizado en ningún momento a la menor. "Necesito recuperar a mi hija y ella me necesita a mí", ha dicho.

El fiscal ha concluido ―antes de dejar visto para sentencia el juicio por estafa celebrado en la Audiencia de Lleida― que los padres de la Nadia utilizaron la enfermedad que sufre su hija para conseguir donaciones por valor de 1,1 millones de euros. Además, López ha acusado tanto a Blanco como a Margarita Garau, la madre, de convertir "lo que para cualquier padre sería una desgracia" en una lotería constante y causar un "daño irreparable" en la credibilidad de las asociaciones en favor de las enfermedades minoritarias.

"No estamos ante una estafa vulgar, está más elaborada porque la capacidad imaginativa de Blanco es magnífica", explicaba el fiscal. A pesar de centrar la atención del tribunal principalmente en el padre de la menor, López también ha tenido palabras para Garau, de quien ha asegurado que "no es estúpida" y que su papel en la trama no era de accesorio, ya que colaboró con su marido a la hora de gestionar la gran cantidad de dinero recibida. El fiscal ha llegado a comparar la función de la asociación que crearon los padres con "una pistola para un atraco", ambos "instrumentos" para alcanzar los objetivos propios.

Con respecto a los supuestos viajes a Houston (Estados Unidos) o a Afganistán ―lluvia de bombas y chamán dentro de una cueva incluidos― el representante del ministerio público ha recordado que ni padre ni hija tenían el pasaporte para poder ir al extranjero a realizar los presuntos tratamientos genéticos.