Ha llegado un punto en que ya es igual si estamos en el 43.º, 76.º o 98.º día de confinamiento. Las ganas de salir a las calles, de socializarnos de nuevo —poco a poco— y de empezar a ir a la playa con la llegada del buen tiempo, cada vez afloran con más deseo, y es por eso que muchos han optado por montarse la fiesta en casa, concretamente desde los balcones.

Confinament Coronavirus Balcons Festa- Sergi Alcazar

Vecinos de la calle Rocafort de Barcelona, bailan en sus balcones al finalizar los aplausos de las ocho / Foto: Sergi Alcàzar

A lo largo de las últimas semanas han aparecido y hemos conocido a una serie de vecinos de Barcelona y alrededores que se las han ingeniado, como han podido, para animar al resto del vecindario de las calles donde viven, algunos de ellos, llegando a traspasar fronteras por medio de las redes sociales. ¿Y la respuesta? Todos coinciden: "excelente".

@Covidfarra, la Rosalía de los balcones

Con más de 3.000 seguidores en Instagram y con un público fiel que los sigue a diario, Alan y Arnau se han convertido con dos auténticos shówmans cada vez que salen al balcón a hacer su espectáculo.

Los dos jóvenes consultores de 25 años, se quitan la corbata cuando acaban las jornadas de teletrabajo para salir cada viernes y festivos a poner música, bailar, disfrazarse, felicitar las peticiones que les llegan de cumpleaños y animar a todo el vecindario de la calle Balmes, desde el balcón del piso que comparten desde hace tres años. "¡A nosotros el confinamiento nos ha dado mucha vida1", exclama Arnau, que explica que han llegado a crear camisetas de las que todos los beneficios son destinados a la investigación contra la Covid-19.

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Foto: Sergi Alcàzar

Alan asegura que montar el show requiere de una preparación previa, "buscamos los disfraces por internet, pensamos en la temática, a nivel musical intentamos poner unas veintipocas canciones captando todos los registros, y con la música básicamente es donde invertimos más tiempo". ¿Y los vecinos se quejan o les gusta? "Antes de empezar con el espectáculo, habíamos tenido algún problema con el vecino de arriba y pensamos que se quejaría seguro. El segundo día ya teníamos más de diez vecinos saliendo al balcón y aplaudiendo, no nos podía decir nada...", explica Arnau, y añade Alan sonriendo; "nos quieren más ahora".

Los vecinos nos quieren más ahora

Por otra parte, ambos reconocen haber hecho nuevas amistades, sobre todo a través de las redes, donde se encuentran comentarios de vecinos y gente que vive sola, que les escribe agradeciéndoles su compañía a lo largo de estas largas tardes de confinamiento. ¿Y cuándo acabe todo, qué haréis? "La idea inicial, si es posible, era hacer una fiesta de despedida presencial", dice Alan, "una locura porque queremos cortar Balmes para hacer la fiesta en la calle y conocer a todos los vecinos", añade Arnau, que quieren que quede escrito por si lo lee alguien desde el Ayuntamiento.

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Los vecinos de la calle Balmes, bailan al ritmo de la música de Alan y Arnau. / Foto: Sergi Alcàzar

@Eixample_rocafort, la pareja con más ritmo del Eixample

"Todo empezó un día después de los aplausos de las ocho de la noche, cuando pusimos el "Resistiré". Al cabo de unos días yo no pude salir a aplaudir y Hèctor no la puso. El día siguiente, volvimos a poner el "Resistiré" y la vecina de delante nos preguntó por qué el dia anterior no había sonado la canción", explica Xevi, sobre cómo a petición de los vecinos, empezaron su espectáculo en la Nova Esquerra de l'Eixample. Por eso, hicieron una pancarta que han colgado en el balcón, donde anuncian el nombre de su Instagram, para que el vecindario los pueda conocer y hacerles sus propias peticiones.

Confinament Coronavirus Balcons Festa Eixample Rocafort - Sergi Alcazar

Foto: Sergi Alcàzar

Hèctor, que se considera el más vergonzoso, nos explica que ellos no se disfrazan, pero "el otro día le decía a Xevi, que es quien lleva el micrófono, que me sentía un poco como un animador de hotel." Y añade, "al ver que cuando hacíamos algo la gente respondía, dijimos, ya que nos hemos puesto y todo el mundo nos mira, nos tenemos que acabar de tirar a la piscina". Así que pusieron la "Macarena", hicieron el baile y a partir de aquí, cuando salen, siempre cae alguna canción con coreografía para animar al vecindario y que les sigan al ritmo de la música.

Después del confinamiento, con algunos vecinos iremos a cenar juntos

Los dos coinciden en que el vínculo que han creado con los vecinos es muy bonito, a pesar de las circunstancias del momento, por eso, apuntan que una vez se levante el confinamiento, "con algunos vecinos iremos a cenar juntos y nos reencontraremos en persona fuera de los balcones, en un restaurante todos juntos". La pareja comenta que se queda con todos los mensajes positivos que reciben de la gente, agradecidos por el rato divertido que pasan juntos, "al final, eso es lo más bonito".

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Foto: Sergi Alcàzar

El nuevo teatro de Barcelona, el balcón de los @hidrogelsessions

¿Y sus protagonistas? Anna, profesora de matemáticas, física y química, y Marco, redactor de la Time Out (ahora Time In), compañeros de piso desde hace tres años. Los jóvenes de Tàrrega salen cada día a su balcón que da a un patio interior del Eixample, en Villarroel con Córsega, y desde allí, hacen su espectáculo. "Cada día a las 13:30 h salimos a bailar la 'Macarena'", explica Anna que añade; "al principio poníamos una alarma para avisar a los vecinos, pero pareció que les molestaba —la alarma—, y ahora silbo yo". Después de la "Macarena" les ponen una canción sorpresa y en función de cuál sea, se disfrazan con material que tienen por casa para complementar el show que llaman "el break de antes de comer".

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Marc y Ana se preparan los disfraces justo antes de salir al balcón para hacer una de sus sesiones. / Foto: Sergi Alcàzar

"Normalmente no fallamos a la cita", dice Marc, que calcula que llevan más de 30 días saliendo a darlo todo. ¿Pero, como empezó todo, Marc? "El primer fin de semana de confinamiento apareció una pareja en el patio interior de la manzana de pisos donde vivimos, en una cita romántica... De repente, apareció la vecina que acostumbra a cumplir con el papel de juez, la gran sindicalista del patio, y les grita: '¿Qué hacéis?', y corriendo salimos nosotros, las vecinas marujas, pensado qué podíamos hacer para animarlos. Sacamos un altavoz y les pusimos 'Titanic'. '¿Queréis una cita romántica?' Hagámoslo bien." Y con la broma y el humor, los dos compañeros de piso decidieron en aquel momento que al día siguiente harían el corovermut, que lo celebran los sábados y los domingos a la 13 h del mediodía, con música que el vecindario les pide a través de Instagram.

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Foto: Sergi Alcàzar

Si algún día hemos llegado tarde, nos llaman: "¡hidrogel, hidrogel!"

Y la respuesta del vecindario, ¿cuál ha sido? "Hay mucha complicidad, hasta el punto que si algún día hemos llegado tarde, oímos que nos llaman: '¡hidrogel, hidrogel!', dice Marc, que nos explica que incluso han llegado a crear un grupo de Whatsapp entre los vecinos. "El otro día fui a tirar la basura y me encuentro a un par de chicas que me miraban fijamente, una de ellas me reconoció y me dijo; '¿Anna? ¿Eres la de hidrogel? ¡Qué fuerte! Continuad así, pedidnos lo que queráis...'", recuerda Anna contenta, con respecto a la reacción de los vecinos.

Los dos compañeros de piso aseguran que se lo pasan muy bien y que cuando acabe todo esto, tienen pensado hacer una quedada para ponerse las caras. "Tengo que descubrir si los guapos del vecindario que veo de lejos lo son de verdad", concluye Marc entre sonrisas.

@gracialsbalcons aparece para animar a todo un barrio

A pesar de las dudas que se plantearon al inicio de montar un show en el balcón para celebrar en una situación de pandemia global, Adrià, Núria y Maria, tres jóvenes barceloneses amigos de la infancia, salen cada viernes (20 h) y cada domingo (13:30 h) para animar a buena parte del barrio.

A ElNacional.cat, nos abren las puertas virtuales del piso que comparten en Travessera de Gràcia con Gran de Gràcia y nos explican su experiencia. "La idea es pasarlo bien nosotros y poder compartirlo con los vecinos, y al ver su respuesta, intentamos hacerlos partícipes para que no sea sólo unidireccional", explica Adrià. "Los últimos viernes hemos hecho fiestas temáticas; la primera, coincidiendo con el estreno de La casa de papel, nos disfrazamos y salimos con el 'Bella Ciao', hemos hecho fiestas de los 80, de los 90 y el pasado, una edición especial con canciones de lluvia, por el tiempo que hacía", recuerda Núria. También han puesto luces en el balcón, piden a los vecinos que enciendan las linternas del móvil haciendo un mosaico visual y han llegado a hacer un bingo. Tal y como explica Adrià, "es una forma de conocer y hacer barrio", que confiesa que "incluso cuando pasa la policía y los mossos, se ríen y nos saludan".

Al principio salíamos a la expectativa y ahora ya nos dirigimos a los vecinos por su nombre

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Núria, Maria y Adrià (por orden de izquierda a derecha), bailan en el balcon de su casa. / Foto: Sergi Alcàzar

Al levantarse el confinamiento, Núria dice que ya se han animado a decir por el micrófono que todo el vecindario está invitado a una fiesta en su piso, a pesar de que siendo realistas, los tres son conocedores que "todo vendrá muy dictado sobre cómo evolucione todo".

En Sabadell, se han sabido organizar rápido

Cristina es abogada y vive con su hija en el centro de Sabadell, en un bloque de pisos que comparte con una setentena de familias más. Al empezar el confinamiento, "creamos un grupo de Whatsapp e iniciamos unos pequeños conciertos gracias a una familia que tiene altavoces". Crearon una lista de canciones y todo el mundo añade la música que quiere que suene. Cristina nos dice pero que "lo que más aprecia todo el mundo son los vermúes del fin de semana, donde ponemos una hora de música relajada, de 13 h a 14 h, y cada uno sale en su terraza a picar algo".

La sabadellense reconoce que gracias al grupo de Whatsapp, le ha permitido conocer más a la comunidad y nos explica que, coincidiendo con algunos cumpleaños entre vecinos, se han sabido organizar y "les hemos cantado conjuntamente, les hemos hecho algún detalle e incluso, algunos vecinos han hecho galletas y pasteles para felicitar a la persona en cuestión". Al acabar el confinamiento, Cristina nos confiesa que algún vecino ha sugerido hacer una fiesta abajo, así se podrán poner las caras y saber quién es la vecina que tiene afición por la pintura, que "todo el mundo la quiere conocer".

En los balcones de Malgrat de Mar, el ritmo tampoco para

Desde Malgrat de Mar nos llega la historia de Pau, un niño de once años que cada día, después de los aplausos, sale a animar a toda la calle donde vive. "A mí me gustan mucho los productos de sonido y de luz, a cada cumpleaños me regalan uno. Por eso, cada día a las 20 h, desde el balcón de casa instalo mi altavoz, una bola de luces de discoteca, una luz láser y una máquina de humo" para hacer la fiesta. Su rutina siempre es la misma, "primero pongo la canción de Obeses 'Ens en sortirem', después la de BB-8, porque a los vecinos de delante los gusta esta película, sigo con dos más que selecciono dependiendo del día y acabo con Bob Esponja".

Gracias al confinamiento he conocido mejor a mis vecinos, hemos hecho amistad y muchos días hacemos burbujas juntos, cada uno desde su balcón

Pau - Malgrat de MarImagen que nos envía Pau, en plena actuación

Pau nos explica que a lo largo de las dos primeras semanas, su madre pasó el coronavirus y lo tenía que escuchar desde la habitación donde estaba aislada. Ahora, pero suerte, ya se ha recuperado y pueden hacer la fiesta juntos. Con un final donde el joven amante de la música, nos dice que coge el micrófono y desea unas buenas noches a todos los vecinos de la calle "y, claro está, agradezco el trabajo que hacen todos nuestros sanitarios".

De los escenarios en el balcón de casa, en El Clot

La última historia que conocemos es la de Eva Garcia, cantante de profesión —Eva Sión, nombre artístico—, y dependienta en una tienda de ropa. Para animar a los vecinos, Eva sale cada día a su balcón a las 20 h y canta una canción de su repertorio. "En el balcón tienes que cantar canciones alegres, música que despierte las ganas de moverse".

Garcia nos explica que todo empezó porque la vecina de arriba le pidió que saliera a cantar, y al ver la buena respuesta del resto del vecindario, no lo ha podido parar. "Cuando acabe el confinamiento seguramente tendré muchos más amigos, porque hay muchos vecinos que yo no conocía y ahora ya nos ponemos cara", dice la cantante.

La gran paradoja

Si una cosa ha quedado clara conociendo a Alan, Hèctor, Anna, Marc, Núria, Adrià... es que las ganas de socializarnos y relacionarnos con los otros nos pueden, incluso ante una situación excepcional como en la que nos encontramos, de una pandemia global. Quizás por eso, todos coinciden en el deseo de que cuando acabe todo, las ganas de reencontrarse fuera de los balcones se pueda hacer realidad. Una realidad difícil, donde no parece indicarse que se puedan permitir acontecimientos sociales y festivos en un futuro no muy lejano.

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Las vecinas de 'Eixample_Rocafort' siguen los pasos de baile de Hector y Xevi / Foto: Sergi Alcàzar

Lídia Heredia publicaba un artículo donde decía que "el confinamiento es igual para todo el mundo, pero las casas no". Y ciertamente es así. Son muchos los que viven este periodo confinados en lugares que no nos podemos llegar a imaginar. Por eso, iniciativas como la de estos vecinos, sirven y son de ayuda para pasar mejor este largo y agónico tiempo. Un hecho que, en muchos casos, habrá servido para conocer aquellos que tenemos más cerca en el día a día y con quien a menudo no nos cruzábamos palabra más allá de un "hola, buenos días" esperando el ascensor.