El Tribunal Supremo ha estimado la reclamación del Ayuntamiento de Santiago de Compostela a la familia del dictador Francisco Franco para que le devuelva dos esculturas románicas que tenían en su poder y condena a los demandados a su restitución, según ha informado el tribunal este jueves. El Ayuntamiento de Santiago de Compostela promovió una demanda contra M.ª de Carmen Franco Polo (y, por la defunción de esta, contra sus sucesores) en la cual ejercitó una acción reivindicatoria de dos esculturas románicas atribuidas al Maestro Mateo y que formarían parte del conjunto escultórico del pórtico exterior de la catedral de esta ciudad que fueron retiradas de su ubicación original.
Inicialmente, la Audiencia de Madrid desestimó la demanda del consistorio al considerar que los bienes reivindicados no estaban adecuadamente identificados, como también un juzgado de Madrid. Ahora, sin embargo, la sala de lo civil del alto tribunal español estima el recurso del Ayuntamiento al considerar que "se ha producido un error patente en la valoración de la prueba porque la identificación de las estatuas reivindicadas como las que están al poder de los demandados es clara y se desprende de los documentos aportados y del informe pericial emitido sin posibilidad de duda".
Regalo a la esposa del dictador
La sentencia recurrida consideraba que este era el único requisito de la acción reivindicatoria que no resultaba cumplido, porque afirmaba que no se había identificado adecuadamente los bienes reivindicados, y ahora una vez constatado que los bienes reivindicados son los que efectivamente están en poder de los demandados, el Supremo concluye que la demanda en la cual se ejercita la acción reivindicatoria tiene que ser estimada. Y, en la sentencia resuelve: "Declarar que las dos esculturas románicas atribuidas al maestro Mateo,
objeto de la escritura de compraventa otorgada el 4 de junio de 1948 ante el notario de Santiago de Compostela, Gonzalo Rey Feijoó, pertenecen al Ayuntamiento de Santiago de Compostela." Fueron compradas al conde Ximonde, según la documentación aportada.
En la demanda, se expone que estas esculturas pasaron a poder de la familia del dictador "sin resolución ni negocio jurídico", ahora confirmado por el Supremo. Se explica que en una visita hecha el julio de 1954 al Ayuntamiento de Santiago, la esposa de Franco mostró interés por las obras y el alcalde, para complacerla y sin ningún acuerdo, envió las estatuas a Pazo de Meirás, residencia de verano de la familia Franco, que ahora han de devolver.
La familia del dictador también ha recibido resoluciones contrarias sobre el Pazo de Meirás. Un juzgado de primera instancia estimó, el noviembre pasado, la demanda que había presentado la Administración General del Estado, y a la cual también se había añadido la Xunta de Galicia y el Ayuntamiento de Sada, por la propiedad de los bienes de Pazo de Meirás que los Franco reclamaban. El Estado español se opuso a la demanda de los herederos del dictador, en la que pedían la propiedad de 564 bienes de Pazo de Meirás, después de que el gobierno español los reclamara y recuperara judicialmente.