Las peores pesadillas de las mujeres norteamericanas se hacen realidad. La red social Facebook ha entregado las conversaciones privadas de una adolescente de Nebraska como prueba incriminatoria en su juicio por aborto. La joven, Celeste Burgess, que en el momento de los hechos tenía 17 años, ha sido acusada de varios delitos junto a su madre, Jessica, por supuestamente ayudar a interrumpir el embarazo indeseado de la menor mediante el uso de píldoras abortivas y después enterrar el feto. Así, el gigante tecnológico se convierte en un instrumento de vigilancia para incriminar a las mujeres que ejercen este derecho en los estados donde ahora es total o parcialmente ilegal. Las dos fueron imputadas en julio y se declararon "no culpables", pero en Nebraska el periodo máximo para abortar son las 20 semanas, informa Efe.

Vigilancia en las redes sociales

La investigación fue lanzada antes de que el Tribunal Supremo derogara el pasado 24 de junio la protección del derecho al aborto a nivel federal y, según NBC News, este es uno de los pocos casos conocidos en los que Facebook ha entregado información a las autoridades judiciales en un caso de aborto. Las pesquisas comenzaron cuando una mujer que dijo ser amiga de Celeste confesó a la policía que había visto a la joven tomar la primera píldora en abril, según la declaración jurada del detective Ben McBride, de la Policía de Norfolk. El agente añadió que el aborto se produjo cuando la adolescente estaba embarazada de 23 semanas, poco después de ingerir las pastillas. Facebook Messenger ofrece la posibilidad de mantener conversaciones codificadas que no pueden ser leídas ni por la plataforma ni por cualquier autoridad gubernamental que reclame esos chats, pero esa opción solo está disponible cuando la discusión se mantiene en la aplicación del teléfono móvil y se marca como secreta. De lo contrario, la empresa conserva la mayor parte de la información de los usuarios en sus servidores, lo que significa que puede acceder a ella si se ve obligada a hacerlo por una orden judicial.

Las conversaciones que mantenía en privado con su madre y que han servido a la acusación, reflejan la triste y peligrosa clandestinidad a la que se ven abocadas las mujeres en gran parte de los Estados Unidos tras la decisión del Tribunal Supremo de revocar el aborto como derecho constitucional en todo el país. Los chats que Facebook se vio obligado a entregar a la justicia de Nebraska muestran lo traumatizante que puede ser la situación para una menor: "Una píldora frena las hormonas y luego tienes que esperar 24 horas para tomar la segunda", le dice la madre a la joven, precisando antes que ya había recibido el encargo efectuado un mes antes. "Acuérdate de que quemamos las pruebas cuando todo esté fuera", le contesta Celeste, que poco después le expresa su alegría por poder volver a llevar pantalones vaqueros en breve.

#BorraFacebook

Después de la decisión de revocar la protección al aborto consolidada en el caso Roe v. Wade, fueron muchas las que alertaron de que las redes sociales y aplicaciones para hacer seguimiento de la menstruación se volverían armas necesarias para las autoridades y su persecución del aborto. Tras hacerse pública la noticia, la etiqueta #DeleteFacebook (#BorraFacebook en inglés) se ha hecho viral, ya que eliminar tu cuenta y la información que almacena la red social, incluso la más privada, parece ser la única solución para evitar ser vigilada por la justicia estadounidense.