La radio francesa en Barcelona, Equinox, explica a los franceses qué pasos tienen que seguir para convertirse en un "verdadero catalán". La publicación asegura que para entender mejor la cultura local e integrarse en Catalunya, hay que adoptar unos cuantos hábitos. Equinox deja claro que Barcelona no es Madrid, y las costumbres catalanas no son las mismas que en otros lugares de España. "Los catalanes siempre sorprenden". Para convertirse en un buen catalán aportan 10 consejos para poder convertirse en un ciudadano más en Catalunya.

Decir "adeu" en lugar de "adiós"

"El adiós" es un clásico en Catalunya para salir de una tienda o despedirse de alguien. Un hábito que puede parecer extraño, para los que no conocen Catalunya, porque casi en todas partes de España es más habitual lanzar una "hasta luego". Pero para convertirse en un auténtico catalán, hay que empezar imitando los locales.

Comer pan con tomate

Si hay una cosa que caracterice gastronómicamente en Catalunya es el pan con tomate y un chorrito de aceite. Desde la revista señalan que es una de las meriendas más tradicionales de Catalunya, y aunque es fácil como un pastel, se sirve en todas partes, a cualquier hora, y los catalanes lo juran. Además, un pan con tomate muy bueno se hace con pan de "cristal".

Celebrar Sant Jordi o Sant Esteve

Otra de las características de Catalunya son las fiestas populares y tradicionales. Desde de Equinox recuerdan que el día de Sant Jordi es importantísimo. El 23 de abril, Catalunya celebra su patrón, Sant Jordi, y la fiesta reúne libreros y floristas por las calles para una especie de "día de Sant Valentí" catalán. Una cita para|por no perderse, para|por los catalanes.

Otra de las más significativas está justo después de Navidad, donde se acostumbra a alargar las vacaciones hasta el 26 de diciembre con Sant Esteve. La familia se reúne, un año más, en torno a la mesa para hacer una buena comida, una tradición que ya hace siglos que existe. Tradicionalmente, la comida de este día son los canelones.

Algunas... tradiciones extrañas

Una de las tradiciones que más sorprende a los franceses y al mundo en general es el Tió. Aseguran que los nativos catalanes todavía mantenemos ciertas costumbres cuando menos escatológicas, como el caganer o el Tió de Nadal. El primero es un señor pequeño, agachado con los pantalones en los tobillos, en una posición inadecuada, y que está escondido en el belén.

Por otra parte, está el Tió, que lo describen como un tronco, a menudo rematado con una barretina. El Tió de Nadal viene a buscar refugio a las casas catalanas y "hace" regalos o dulces si se alimenta bien, según la tradición. No todos los hogares perpetúan hoy estas tradiciones, pero los que se llaman 100% catalanes no han abandonado su caganer y su tió de Navidad.

Dar apoyo al Barça

Para los franceses no es discutible, sino que es un paso obligatorio, aunque no te guste el fútbol: tienes que dar apoyo en el FC Barcelona.

Poner una bandera en el balcón

Detallan que las banderas son recurrentes, en los balcones de Barcelona, pero también de otras ciudades catalanas. La mayoría a veces es una bandera independentista, pero también hay banderas tradicionales catalanas, la bandera, la del barrio (como a la Barceloneta), o incluso una bandera que reclama silencio en las calles, especialmente dirigida a turistas, y fiesteros. En resumen, todas las banderas son buenas, el objetivo es poner una.

Explicar la historia de Catalunya

Desde la revista aseguran que los catalanes conocen (y reclaman) bien la historia de su "región", y no dudan a corregir a quien no conozca la cronología. Sobre todo cuando se trata de 1714, una fecha clave en la historia de Catalunya. Para combinarse con la multitud, tendrás que aprovisionarte de libros de historia.

Hacer calçotades

¡Cada invierno, los catalanes hacen al menos una calçotada! Una tradición culinaria que nace de los calçots, una especie de puerros más bien dulces que se comen sumergiéndolos en salsa romesco. Una delicia que los catalanes no se privan; los más ligados a la tradición incluso van a Valls, donde cada año se celebra una gran calçotada popular. Un catalán imprescindible.

Ser tacaño... o no

Una crítica muy común que los otros españoles acostumbran a hacer a los catalanes es que son tacaños con el dinero. Un tópico que se podría explicar históricamente, sobre todo por el hecho de que el pueblo catalán tiene una tradición mercantil; pero también por las demandas fiscales del sector independentista. Muchos ven, pues, a los catalanes como mezquinos, y, sin embargo, este tópico no está realmente demostrado.

Hablar catalán

Eso parece evidente e innecesario, ya que el castellano también es lengua oficial en Catalunya. No obstante, los niños aprenden el catalán en la escuela, si en casa todavía no lo hablan, y aunque no lo utilicen todos con fluidez, al menos lo dominan. Para empezar, definitivamente, hay cursos gratuitos que se imparten en línea, puestos en marcha por la Generalitat.