Reducir la semana laboral a cuatro días sin reducir el sueldo. Esta es la propuesta de los más de 200 expertos en políticas del tiempo que han viajado a la capital catalana para la Time Use Week en Barcelona y el Congreso Mundial de Investigación en usos del tiempo. Sin embargo, ¿hasta qué punto es realista la implementación de este horario laboral? ¿Qué precedentes tenemos en nuestro país y qué podemos aprender? La iniciativa, que hasta hace poco parecía una idea utópica y distante, ahora cuenta con un amplio apoyo de la comunidad científica y está siendo considerada por el ámbito político catalán. El Congreso, coorganizado por la Generalitat, el Ayuntamiento, Diputación y el Àrea Metropolitana de Barcelona, se ha inaugurado este lunes con la presencia de la consellera de Igualdad y Feminismos, Tània Verge, entre otros.

Derecho a desconectar

A raíz de la pandemia, fueron muchas las empresas que tuvieron que adaptarse a las restricciones sanitarias y que adoptaron de forma repentina el teletrabajo. El alivio de la pandemia nos ha dejado una serie de 'secuelas' o costumbres que arrastramos y que quizás nunca desaparecerán como, precisamente, la preferencia a hacer reuniones de manera telemática. Pero tal como han alertado este lunes los expertos en las políticas del tiempo, la pandemia y la digitalización también han difuminado los límites entre el trabajo y el tiempo libre, que denominan "tiempo de desconexión".

En la primera jornada de la Time Use Week, la jefa de 4 Day Week Global, Charlotte Lockhart, ha animado las empresas a implantar una semana laboral de cuatro días con el mismo sueldo y manteniendo el 100% de la productividad. La fundadora y máxima responsable de la entidad ha participado en la primera jornada del Time Use Week, junto con el eurodiputado Alex Agius, que ha dicho que "es inútil legislar sobre el derecho a desconectar si después los trabajadores tienen miedo a reivindicarlo por temor a discriminaciones, represalias, a no ser promocionados o incluso perder el trabajo". Agius ha reiterado el derecho de los trabajadores a desconectar como un derecho básico y ha constatado que no se tiene remuneración ni por las "horas efectivas adicionales" ni por la carga excesiva de trabajo, con el riesgo que comporta para la salud mental.

Clave de género

Agius ha recordado que el Parlamento Europeo ha aprobado una resolución sobre el derecho a la desconexión digital y que "ahora está en manos de la CE". El eurodiputado ha alertado, sin embargo, que el derecho a desconectar se interpreta de manera muy diferente dependiendo de país. Según ha comentado, en Francia no es aplicable a todos los trabajadores, en Italia solamente para una "pequeña parte" y a Irlanda únicamente para los funcionarios.

La directora general del Ministerio de Trabajo, Verónica Martínez, ha puesto el acento en las brechas profesionales de género que ha comportado el teletrabajo y el aumento de la vulnerabilidad de las mujeres en el ámbito laboral. Por eso, ha subrayado la necesidad de prevenir "con carácter prioritario" sobre riesgos laborales en este ámbito. Y es que, a medida que las mujeres han conseguido incrementar su presencia en el mundo laboral, la responsabilidad doméstica (limpieza, cuidados e hijos) sigue recayendo de manera muy poco equitativa en las mujeres. La pandemia todavía ha agravado más este efecto. Durante los meses en los cuales las escuelas estuvieron cerradas, fueron las mujeres quienes, en la mayoría de los casos, tuvieron que adaptarse a la situación, reduciendo su jornada laboral o dejando el trabajo.

El precedente de Desigual

Uno de los casos más conocidos de la reducción de la jornada laboral del país es la de la empresa Desigual. Al principio de octubre, el 98% de la plantilla de las oficinas centrales de Barcelona aprobó con el 86% de los votos a favor instaurar la jornada laboral de 4 días con una rebaja de sueldo del 6,5%, en una votación organizada por la empresa. La respuesta a esta noticia fue mixta. Sindicatos como UGT cargaron contra el proceso por no respetar los pasos previos necesarios tal como marca el Estatuto de los Trabajadores, y amenazaron con impugnar el resultado en los tribunales. En concreto, acusaron a Desigual de "saltarse la negociación colectiva" y de escoger "a dedo" los miembros de la mesa que tenían que negociar durante 15 días las condiciones de la reducción de horas de trabajo. Según el sindicato, tendrían que ser los trabajadores los que escogen a quien los representa en la negociación, en caso de que no tengan comité de empresa. Por otra parte, UGT apuntó que durante la prueba piloto que se llevó a cabo para probar cómo funcionaba la jornada de cuatro horas, los trabajadores aseguraron que la "carga de trabajo es muy superior".

Por su parte, el presidente del Consejo de Trabajo, Económico y Social de Catalunya (CTESC), Toni Mora, ha comentado este lunes que a raíz de la pandemia "se han visto negociar acuerdos de flexibilidad laboral como nunca se habían negociado, en función del teletrabajo pero también de las necesidades productivas de la empresa." En referencia a la votación de Desigual, Mora ha defendido "la negociación colectiva hasta la última de las empresas. Si este acuerdo se hubiera tomado con la legitimidad de un acuerdo colectivo, tendría un recorrido más potente y podríamos ponerlo más de ejemplo y nos representaría en todos", ha comentado.

 

Foto principal: 200 expertos participan en las jornadas sobre el horario laboral en Barcelona / Pixabay