Las tres escuelas Joan Roca que tiene el Grupo escolar Roca en Barcelona han reprendido las clases lectivas después de que los gestores de los centros hayan recuperado el control.

El propietario del grupo, Joan José Roca, había bloqueado el acceso en uno de los centros con la ayuda de una empresa de seguridad privada.

Por este motivo, se preveía que los alumnos de las escuelas del grupo tenían que estar al menos 48 horas sin poder ir en clase por un conflicto interno con el exgerente de los centros, José Roca Fernández (padre).

Aunque se han reabierto los centros, muchas familias no han llevado a sus hijos ni en los dos centros de la Medidiana ni tampoco en la escuela de la rambla de Guipúzcoa.

Los padres de los niños han explicado que hace más de tres años que en los tres centros educativos "se han dado circunstancias muy excepcionales que han afectado al funcionamiento correcto de las escuelas".

Estas circunstancias excepcionales son, según los padres, "decenas de despidos arbitrarios, contrataciones con criterios puramente estéticos, amenazas constantes, abuso de poder y trato vejatorio a muchos trabajadores que ha provocado bajas por depresión y ansiedad".

Después de años de lucha contra el exgerente de estas escuelas, el 9 de enero un juzgado decretó medidas cautelares para evitar que José Roca pudiera interferir sobre el funcionamiento de las escuelas.

Se amotina y provoca destrozos en los centros

La primera reacción a la decisión judicial fue una notificación de despido a las tres directoras y, el domingo por la noche, José Roca Fernández ha entrado en los centros "por la fuerza, rompiendo las persianas de las puertas con radiales y cambiando las cerraduras".

Según explican los padres, el exgerente habría actuado con un grupo armado con porras que han agredido y cerrado el paso a los actuales gestores de los centros.

La respuesta de un centenar de padres ha sido cortar el tráfico en la avenida Meridiana de Barcelona y en la rambla de Guipúzcoa como símbolo de protesta.