La chica detenida y encarcelada acusada de participar en la quema de la furgoneta de la Guardia Urbana de Barcelona durante las protestas posteriores a la detención del rapero Pablo Hasél ha quedado en libertad.

La Audiencia de Barcelona ha estimado el recurso de apelación que presentó su defensa, y aunque el juez considera que participó en todas las acciones, la deja en libertad porque no ve que pueda reiterar los hechos ni huir de la justicia. La acusada, Sara Caterina C, es una joven de 35 años vinculada al movimiento anarquista de Turín, que hace bastante tiempo que está instalada en Catalunya.

Está acusada de pertenencia a grupo criminal, delito de tentativa de homicidio y de desórdenes públicos y daños por los hechos del 27 de febrero pasado.

En un auto donde se repasan todos los hechos, la sección décima de la Audiencia de Barcelona sitúa a la chica en todas las acciones de aquel día, el sábado 27 de febrero. El juez recoge el relato de la policía que sitúa a la chica tirando una mochila en una papelera. "Iba muy mal tapada y le subía y bajaba la braga de la cara", dice la resolución en el resumen de los hechos. El relato describe que llevaba veinte pastillas para hacer fuego.

 

 

Las tres magistradas que firman el auto la dejan en libertad porque no existe riesgo de reiteración: "Las protestas han acabado, en la ciudad reina la tranquilidad y nada hace sospechar que se vuelvan a repetir" hechos como las protestas posteriores a la detención de Hasél. También justifica su arraigo familiar y la dependencia económica que hace poco probable que huya al extranjero.

La acusación

La policía detuvo a la joven, junto con dos chicos más. Los arrestados, según la Comisaría General de Información de los Mossos, formaban parte de un grupo organizado que lideró los actos vandálicos más graves sucedidos en Barcelona ese sábado. Además del incendio de la furgoneta, se atacaron entidades bancarias y también se hicieron saqueos en tiendas y establecimientos de la rambla de les Flors y de la rambla de Catalunya.

Presuntamente actuaban siempre en grupo, algunos realizaban la acción vandálica y el resto protegían la acción y daban cobertura y la vía de salida con el fin de evitar su detención. En todo momento, según aseguran los Mossos que les hicieron seguimiento antes de ser detenidos, tomaban medidas de seguridad y autoprotección con el fin de evadir la acción policial.

Después de los incidentes, agentes paisano de la Comisaría General de Información detuvieron a siete. Durante la madrugada pudieron detener a un octavo. Con el análisis de las imágenes de los incidentes, la policía supo el mismo sábado por la noche que entre los detenidos había la chica que había rociado la furgoneta de la Guardia Urbana. La policía está convencida de que fue la arrestada Sara Caterina C.

Con el fin de perfilar la acusación contra la chica de 35 años y los otros detenidos, los investigadores consiguieron una orden judicial para acceder en una casa y una nave okupa de Mataró y Canet de Mar. El objetivo era recopilar pruebas e indicios contra los detenidos para poder vincularlos con la organización y realización de los graves incidentes de Barcelona.