La policía ha vuelto a detener el monitor de comedor de la escuela Els Maristes de Sants-Les Corts. Lo arrestaron en diciembre, le requisaron el ordenador y 12 soportes informáticos. Una vez revisado el material que encontraron en casa han confiscado 4.000 fotos de menores de 16 años y más de 200 vídeos pornográficos infantiles, vejatorios y degradantes.

La segunda detención fue el 6 de julio y ahora el juez ya lo ha enviado a prisión hasta que se celebre el juicio. La primera vez fue en diciembre cuando estalló el caso de abusos sexuales en los Maristes de Sants-Les Corts. El monitor de comedor fue el segundo en el goteo de denuncias que fueron llegando a los Mossos una vez se conoció el primer caso de un alumno que denunció los abusos y los hizo públicos en El Periódico. Lo denunció la misma dirección del centro escolar donde trabajaba porque algunos padres se habían quejado del comportamiento poco adecuado. Lo despidieron y pocos días después lo detuvieron los Mossos.

Al monitor de comedor lo acusan de 5 delitos de abusos sexuales a chicas menores de 13 años. En medio de la investigación la policía supo que el monitor había pedido los correos electrónicos de las víctimas, por eso los Mossos pidieron poder efectuar los registros. El mes de marzo, el juez que lleva el caso autorizó el análisis de discos duros, memorias externas y ordenadores.

Se hacía pasar por una chica

A partir del análisis, los Mossos han podido saber que el monitor de comedor de los Maristes mantuvo conversas con 180 usuarios de diferentes plataformas de intercambio de archivos. También se encontraron hilos de 600 conversaciones con unos 22.000 mensajes. Todos los chats recuperados tenían una temática sexual vinculada con la pedofilia.

Por una parte, hay conversaciones con otros pedófilos con quienes se intercambiaba archivos fotográficos y vídeos de menores. También intercambiaba perfiles de Skype de niñas menores de edad para establecer contactos con ellas y obtener material de contenido sexual.

El monitor se hacía pasar por una chica menor de edad e intentaba obtener imágenes suyas en actitudes sexuales.

El 6 de julio la policía lo encontró en un camping del Baix Empordà, lo detuvo y lo trasladó a su casa, en Barcelona, para registrar el piso.

Ahora la policía sigue investigando para identificar a las víctimas y a los otros pedófilos.