En la hora de apertura de los supermercados de Barcelona se han vivido imágenes hasta el momento inéditas, largas colas esperando el momento de subir la persiana de ciudadanos esperando para poder entrar a comprar por miedo al coronavirus.

En el Mercadona de la calle de Berlín de Barcelona, una cola ordenada de cincuenta personas ha esperado pacientemente a que a las nueve de la mañana se subiera la persiana. En el momento de entrar ha reinado el orden, todo y que algunos clientes han optado por entrar sin respetar la cola.

Una vez dentro, el personal del supermercado se empezaba a preparar por la previsión de un alud de clientes que puede durar todo el día.