La influencia del papa Francisco, muerto el pasado 21 de abril, fue más allá de la Iglesia. Desde su funeral, se han ido suscitando varias informaciones que hasta ahora no se conocían. Una de ellas es la carta que la organización terrorista ETA envió en enero del 2014 al pontífice argentino, en qué pidió que diera su "bendición pública" y "apoyo moral" al proceso de abandono de la violencia y desarme iniciado en el 2011. La carta ha sido revelada este lunes por el portal Naiz, que ha reproducido la misiva enviada por ETA a "su Santidad Francisco" y en que se refiere al "conflicto secular" de Euskadi, que "en diferentes momentos de la historia ha reventado de manera descarnada, incluso cruel e inhumana".
Una carta para desencallar el proceso de desarme
La carta explica los pasos dados por parte de la organización desde la declaración del cese de la violencia, en octubre del 2011. ETA describe las dificultades pendientes durante aquellos tres años y cita cuestiones como el desarme, los presos, los exiliados y las víctimas, que "siguen esperando respuestas" por parte de España y Francia. Tampoco elude responsabilidades: "Nuestra organización, Euskadi Tu Askatasuna (ETA), es consecuencia de esta realidad y, al mismo tiempo, responsable, por sus actos, de dolor y sufrimiento. No intentaremos ni esquivar ni minimizar nuestra responsabilidad", indica la carta.
Ante las dificultades que señalaba ETA, consideraban que "podría ser de mucha ayuda el aliento de terceros, especialmente aquellos con indiscutible voz moral y actitud ética como es el caso de Su Santidad". Así, argumentaban que el hecho de acudir al Papa era con el objetivo que valorara "la posibilidad de apoyar con su aliento la búsqueda de la paz en el País Vasco", sostiene la misiva. En concreto, ETA pidió al papa Francisco que considerara la posibilidad de "dar su bendición pública, su apoyo moral, a los actos decisivos para poner fin a la lucha armada que pronto se darán".
Sin respuesta de Francisco
La carta no obtuvo respuesta, según informa Naiz. Sin embargo, asegura que el Vaticano autorizó que el primer acto del proceso de desarme, en febrero del 2014, se celebrara en la casa parroquial de Zokoa, en el País Vasco francés. Tres años después, el 8 de abril de 2017, el arzobispo de Bolonia, Matteo Zuppi, y actual presidente de la Conferencia Episcopal italiana y candidato a papa, participó en el acto en que ETA escenificó su desarme definitivo en Bayona (País Vasco francés). La oficina de prensa del Vaticano, sin embargo, ha aclarado que la presencia de Zuppi fue "a título particular y no en representación de la Santa Sede, ni como arzobispo de Bolonia".