Una operación del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) ha desarticulado una organización criminal que se dedicaba al cultivo subterráneo de marihuana en Tarragona. Las cuatro instalaciones intervenidas habían sido soterradas —se accedía a través de una trampilla perfectamente disimulada— y contaban con los servicios de luz, agua y ventilación necesarios.

La actuación policial ha acabado con ocho detenidos y se han decomisado un total de 610 plantas de cannabis sativa y quince kilogramos de marihuana envasada, preparada para la venta. Entre los arrestados se encuentra un jardinero experto en la utilización de productos fitosanitarios para maximizar la producción de las plantaciones.

Los agentes empezaron a seguir la pista de la organización a principios de año. Todos los indicios apuntaban a que había un grupo criminal que gestionaba cuatro plantaciones en los municipios de Tortosa, Amposta, Deltebre y Sant Carles de la Ràpita.

Los detenidos —seis hombres y dos mujeres— estaban altamente cualificados en el tratamiento y distribución de marihuana. Además del jardinero experto, otro de los arrestados regentaba una grow shop, hecho que facilitaba la obtención de todo tipo de materiales para las plantaciones y que jugaba un papel clave en la comercialización de la droga. En los registros también se han intervenido dos vehículos que se utilizaban para el transporte de la producción.

Las personas arrestadas se enfrentan a penas por delitos contra la salud pública, defraudación de flujo eléctrico y pertenencia a una organización criminal. La Audiencia Judicial decretó prisión provisional para cuatro de ellos y libertad con cargos para el resto a la espera del juicio.