Desde primera hora de la mañana, un importante despliegue de los Mossos d'Esquadra, con cinco furgonetas de los antidisturbios del ARRO, han cortado la calle de Calderón de la Barca de Badalona, donde a las diez de la mañana de este 15 de diciembre estaba previsto que la autoridad judicial entregara a la propiedad un bloque de pisos que estaba ocupado por unas familias que habían dejado de pagar, aseguran desde el juzgado, el alquiler. Todo el bloque está en un estado muy lamentable, con goteras y grietas, hecho que ha provocado que la propiedad lo haya declarado en ruina, lo cual permite expulsar a los inquilinos que, en algunos casos, aseguran ellos, hace más de veinte años que viven allí, con contratos de alquiler.

Seguramente este desalojo habría sido uno más de los que cada día se llevan a cabo en el área metropolitana de Barcelona, algunos con intervención policial, si hay resistencia, o solo con la participación de la autoridad judicial, pero este desalojo en el barrio de la Salut se ha convertido en mediático por la respuesta que ha dado el alcalde de la ciudad, el popular Xavier García Albiol, que dijo que desde el consistorio no se haría ninguna acción de ayuda social y que no se saltaría los protocolos con las personas, unas cinco familias, que viven en este bloque de la calle de Calderón de la Barca.

 

El alcalde asegura que los ocupas son "incívicos" y "delincuentes" y que no les facilitará una ayuda, como una alternativa habitacional, pasando por delante de otros ciudadanos de Badalona que sí que lo necesitan realmente. Estas reacciones del alcalde, que gobierna con mayoría absoluta, han generado tensión con dos partidos de la ciudad, En Comú e Esquerra, que ya han criticado abiertamente las declaraciones del alcalde.

Lanzamiento de huevos y piedras a los Mossos

Un grupo de una treintena de personas han podido situarse delante de la puerta del bloque del número 79 de esta calle y casi 150 personas, también políticos de izquierda de Badalona, se han mantenido en el exterior del perímetro de seguridad de los Mossos, protestando por el desalojo. A las diez de la mañana, cuando ha llegado la comitiva judicial, ha podido acceder al interior del inmueble y desalojarlo sin problemas. Hacia las once de la mañana, las personas que vivían allí ya habían salido y los pisos habían quedado vacíos y a disposición del propietario del edificio.

En el exterior, sin embargo, se han producido algunos momentos de tensión con el lanzamiento de piedras, huevos y harina hacia los Mossos, impactando en agentes y vehículos. La línea policial se ha tenido que mover unos diez metros hasta una esquina y se han hecho cuatro o cinco golpes de porra para evitar que los incidentes fueran a más. Algunos políticos locales de ERC, Cup y en Comú han sido increpados por los activistas que protestaban por el desalojo. Hacia las doce del mediodía, el número de manifestantes se había reducido hasta menos de un centenar, aunque los Mossos todavía se mantienen con escudos y cascos para evitar más incidentes.