El juez ha admitido a trámite la querella que la familia del joven de Igualada que murió a causa de una apendicitis mal diagnosticada, según ha informado Regió 7. La demanda presentada por los familiares de Gabriel Pérez Escalante, que murió a causa de una peritonitis, acusa de homicidio imprudente a los siete médicos que atendieron Pérez el segundo y el tercer día que acudió a Urgencias. La denuncia también reclama que el Consorcio Sanitario de Anoia, titular del Hospital de Igualada, responda como responsable civil subsidiario.

El escrito señala que la actuación de los profesionales fue "descuidada" porque se considera que hubo un retraso en el diagnóstico y el tratamiento de la apendicitis, retraso también a la hora de intervenirlo quirúrgicamente y una incorrecta aplicación de la anestesia antes de la operación, un hecho que acabó causando la muerte cerebral del joven.

La denuncia de la familia llega semanas después de que la Generalitat decidiera abrir un expediente sancionador contra el Hospital de Igualada, cuya conclusión fue la detección de una serie de errores que se calificaron de "graves". Los siete médicos tendrán que ir a declarar ante el juez el próximo mes de febrero.