El fracaso escolar entre los jóvenes de origen marroquí es el doble que el de los autóctonos y es más alto entre los chicos. Esta es una de las principales conclusiones de un estudio presentado este jueves por la Fundación Ibn Battuta, que alerta sobre la poca continuidad después de la ESO para continuar con estudios postobligatorios. Concretamente, el alumnado marroquí acumula un 66,9% de fracaso escolar, cifra que entre los autóctonos supone un 36,5%. Según el informe, el abandono del sistema en las etapas postobligatorias es especialmente acentuado en el caso de los chicos marroquíes. Dos terceras partes de los alumnos dicen haber superado la ESO como máximo, y han abandonado el sistema después de la enseñanza obligatoria.

Mientras que en los niveles de educación primaria y ESO aumenta la presencia de alumnos marroquíes, al contrario de lo que pasa con los autóctonos, el ritmo positivo se trunca después de acabar la ESO. En el bachillerato, el alumnado de origen marroquí representa sólo un 1,3% y en la formación profesional se sitúa en un 2,8% del total de estudiantes matriculados.

Por género, la media de estudiantes pasa de estar equilibrada en niveles infantiles y obligatorios a estar más desequilibrada en bachillerato y formación profesional. En concreto, entre el alumnado marroquí de bachillerato, un 62,38% son mujeres y un 37,62% son hombres. Por el contrario, en FP los hombres (52,26%) superan ligeramente a las mujeres (47,7%).