Gran despliegue mediático este martes ante el Instituto de Toxicología de Madrid. La presunta hija de Salvador Dalí, Pilar Abel, se ha hecho las pruebas de ADN que tendrán que concluir —juntamente a la exhumación del cadáver del artista— si es o no hija del genio del surrealismo. Abel ha defendido que hace muchos años que lucha por ella y por su madre y se ha mostrado convencida de que las pruebas le darán la razón.

Su abogado, Enrique Blánquez, ha dicho que se opondrán al recurso presentado por la Fundación Dalí que, aparte de querer parar la exhumación, pide que se hagan también las pruebas de ADN al hermano de Abel para determinar si son hijos del mismo padre. "No sería una prueba concluyente y, por lo tanto, nos opondremos si la jueza lo ordena", ha manifestado Blánquez. El letrado espera que el próximo 18 de septiembre se celebre el juicio y que no haya ninguna suspensión. De momento, no hay fecha para la exhumación del cadáver de Dalí, que está enterrado en el Teatro-Museo de Figueres.

Pilar Abel ha llegado acompañada de su abogado en la sede del Instituto Toxicológico de Las Rozas, en Madrid. Según ha afirmado, estaba "tranquila" y "muy contenta" porque después de más de diez años de lucha podía practicarse unas pruebas de ADN ordenadas por un juzgado. El caso lo lleva el Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid, que también ha ordenado la exhumación del cadáver del pintor para comparar las muestras biológicas de Abel y las de lo que dice que es su padre.

El caso ha despertado una gran expectación mediática y multitud de cámaras esperaban a Abel a su llegada. Ha estado poco más de quince minutos dentro de la sede del Instituto de Toxicología. Según ha relatado, sólo le han extraído diferentes muestras de saliva. "Para mí es un paso esencial hoy, necesito que se sepa la verdad", ha manifestado.

Recurso contra la decisión

La Fundación Salvador-Dalí ha presentado un recurso contra la decisión de la jueza de exhumar los restos del pintor, que está enterrado en la sede del Teatro-Museo de Figueres. Además, en el mismo recurso, la fundación pide que se practiquen pruebas de ADN a un hermano de Abel para comprobar si son o no hijos del mismo padre.