"Queremos agradecer el grado de cumplimiento durante toda la noche". Así a empezado la valoración de la Noche de Fin de Año el conseller de Interior, Miquel Sàmper, que ha desgranado los datos de un 31 de diciembre insólito, marcado por la Covid-19, pero sin incidencias destacadas.

Hubo cuatro fiestas ilegales que se saltaron las medidas, sí. Una de ellas con 150 personas, todavía bajo investigación, y donde de momento hay 4 personas identificadas. Aún así, Interior ha querido destacar y agradecer el esfuerzo de los ciudadanos que ha cumplido "mucho, pero que mucho", todas las medidas marcadas por el PROCICAT.

Las cuatro fiestas ilegales se realizaron en Llinars, en Cornellà en una discoteca, en un hotel de Santa Perpètua de la Mogoda y en una casa de Colonias de Girona.

En Llinars la fiesta rave se hacía en una nave de la C-251 y se calcula que había 150 personas. Con respecto a las fiestas de Cornellà y Santa Perpètua, se han levantado actas a los propietarios de la discoteca y del hotel. También se ha levantado acta a los propietarios de la casa de colonias donde había 16 personas sin mascarilla.

En total se han hecho 90 inspecciones en locales y durante toda la noche se han levantado 544 actas por movilidad no permitida, no llevar mascarilla o ser más de 10 en los encuentros. Además la policía ha registrado 30 incidentes donde habido peleas.

Más allá de estos datos "ha sido una noche tranquila" ha destacado el comisario de los Mossos d'Esquadra, David Boneta.

Entre policías locales y Mossos d'Esquadra se han hecho 37 detenciones. La nota más negra son las 12 detenciones por violencia machista, que doblan las del año pasado. El conseller de Interior ha hecho un llamamiento a todas aquellas personas que estén en situaciones de abusos y ha recordado el plan que desplegaron los Mossos justamente por motivo del confinamiento para poder poner al alcance de las víctimas todos los recursos.

Más de 2.000 incidencias

Aunque el 112 no ha registrado ninguna incidencia destacada, esta noche hubieron 2.208 incidentes, un 20'3% menos que en 2019. Del total de las incidencias, 1.060 fueron por comportamientos incívicos, 641 por asistencias sanitarias, 552 por agresiones, 268 de seguridad ciudadana y 189 por incendios y rescates.

Entre la una y las dos de la madrugada, primera hora del año y momento de volver a casa, el 112 registró 830 llamadas.

Durante la Noche de Fin de Año se realizaron 46 controles controles con 440 pruebas de alcoholemia —de las cuales 29 han dado positivo— y 10 de drogas, con 6 positivos.

Menos movilidad

Entre las 22 h y las 8 h la movilidad se redujo. Entraron 19.208 vehículos en el Área Metropolitana de Barcelona —cifra que representa un 25'8% menos que el año anterior— y salieron 23.704, un 67% menos. Aunque Interior admite que muchos vehículos ya se marcharon hace días, Sàmper destaca que "la reducción de la movilidad es un hecho constante".

Respecto a la siniestralidad, esta noche no hubo ningún accidente grave ni ningún muerto en las carreteras.

El conseller ha alertado de que durante los primeros 15 días del año habrá una bajada de entre 5 y 6 grados de las temperaturas. Eso provoca heladas y riesgo en las carreteras durante la primera hora de la mañana.

Todavía no se ha acabado

Las fiestas de Navidad no se han acabado y el toque de alerta para evitar al máximo el riesgo de contagio, tampoco.

"No se ha acabado el control", ha dicho Sàmper con la vista puesta en la festividad de Reyes y las cabalgatas, que estrenarán uno nuevo formato estático amparado por la imaginación de los ayuntamientos y los pajes reales, que han debido ingeniar, algunos con mejor criterio que otros, una llegada a los pueblos y ciudades mágica y, en medida de lo posible, cerca de los niños y niñas.

El conseller ha destacado que si bien los días de Navidad y Sant Esteve los encuentros eran familiares, y la de anoche fiestas más similares a una verbena, todavía falta una fiesta muy importante como es la del 5 y 6 de enero. Un tercer encuentro que es el que provoca más interacción social.