El Institut Cerdà ha presentado este lunes los 31 riesgos identificados en la segunda edición del Observatorio de riesgos para las empresas en España. El estudio ha agrupado estas amenazas en 6 ámbitos: recursos, económico, institucional, medioambiental, social y tecnológico. De todos ellos, destaca que las empresas tendrán que gestionar con urgencia la crisis de suministros, tanto en referencia a la energía como a las materias primas. Este informe, el primero que recoge los riesgos adaptados a la realidad del Estado español, pone el foco en el ámbito empresarial, las tendencias y acontecimientos que se constatan a escala internacional. Es por eso que el Observatorio ha analizado el contexto desde una perspectiva mundial, ajustando los riesgos en el ámbito español e identificando el impacto que pueden tener para las empresas, especialmente aquellas dedicadas a las inversiones, organización y personas, operaciones, cadena de suministro, entre otros.

Para elaborar la segunda edición del Observatorio, el Institut Cerdà ha consultado y contrastado la identificación y descripción de los diferentes riesgos con más de 50 expertos de los ámbitos social, económico, tecnológico y medioambiental, tanto de instituciones públicas como del mundo empresarial y social.

Los principales riesgos

En la presentación, hecha en la Ciutat de l'Aigua de Barcelona, han explicado algunos de los principales riesgos de cada ámbito. En la categoría de riesgos sociales, recogen que la salida de la pandemia y la volatilidad económica tienen una incidencia directa en las familias, con un acentuado crecimiento de las desigualdades y la vulnerabilidad sociales. Con respecto al institucional, hablan de la elevada y creciente sensibilidad que tienen las empresas a las tensiones derivadas de las relaciones bilaterales entre estados, mientras que en el económico muestran la persistencia de la inflación y sus implicaciones negativas en los costes empresariales. En el ámbito medioambiental, el informe señala las consecuencias derivadas del cambio climático y la aparición de manera más regulares de fenómenos meteorológicos extremos.

De hecho, el director general de Aigües de Barcelona, Rubén Ruiz, ha afirmado que "la emergencia climática, así como la escasez hídrica constituyen ya un problema estructural que tenemos que afrontar con soluciones rápidas y ágiles". "Por este motivo, desde Aigües de Barcelona apostamos desde hace años por la reutilización de las aguas regeneradas con el fin de dar una nueva vida al agua, y al mismo tiempo garantizar la resiliencia y la sostenibilidad de los ecosistemas y el suministro de agua. Eso permitiría que esta sea la última sequía en términos de reservas y consumo de agua, porque estaríamos desvinculando el consumo de agua de la necesidad de que tenemos hoy", ha expuesto durante la presentación del informe. Por su parte, Narcís Berberana, CEO de Agbar Catalunya, ha alertado de la "preocupante situación de sequía que vive Catalunya y la zona mediterránea en particular". "La escasez hídrica ya no constituye un riesgo, sino una realidad que tenemos que afrontar", ha añadido.

Asimismo, en el ámbito de recursos, el Observatorio destaca la escasez y competencia para las materias primas básicas, así como la falta de seguridad y de garantía de suministro energético a escala mundial. En relación con la tecnología, se considera que los ciberataques siguen siendo uno de los principales riesgos para todas las empresas e instituciones.

Nuevos riesgos

En esta segunda edición del Observatorio de riesgos para las empresas del Institut Cerdà también se advierte de la aparición de nuevos riesgos emergentes, entre los cuales destacan la gran dependencia del transporte de mercancías por carretera en el Estado Español. En este sentido, se apunta que todavía hay una asignatura pendiente como es la mejora del transporte ferroviario de mercancías y su incidencia directa en la competitividad de la empresa española. Por otra parte, señala el incremento del proteccionismo de los gobiernos a escala mundial derivado de la volatilidad económica y el aumento de las barreras comerciales. Finalmente, otro riesgo que ha aparecido es la incidencia de la precarización del empleo.