Cerca de una cuarentena de organizaciones, entre ONG's y asociaciones, están trabajando en los últimos días para ofrecer una solución de emergencia a la ciudad de Barcelona a aquellas personas que no tienen un hogar. La capital catalana, y toda el área metropolitana, son donde más personas viven en la calle y reclaman una respuesta por parte del ayuntamiento de Barcelona que llega con cuentagotas.

Desde la Fundación Arrels han informado de que la Guardia Urbana multó a un hombre de mediana edad el miércoles pasado que no tiene hogar. Bea Fernández, abogada de la Fundación Arrels explica que "la conversación entre el agente y la persona entró en bucle, el policía le decía que se marchara a casa y él le respondía que no tenía casa".

Multa de 600,1 euros como mínimo para la persona sintecho

Todo acabó con una denuncia en base a la ley de protección de la seguridad ciudadana por presunta infracción. Siguiendo lo que dice el artículo 36.6, la multa que le puede caer a esta hombre va de los 600,1 a los 30.000 euros.

La Guardia Urbana de Barcelona, un cuerpo que depende de la alcaldesa de Barcelona Ada Colau, impuso la multa pero en ningún caso ofreció una solución de traslado o confinamiento al hombre denunciado. Desde Arrels aseguran que han hablado con otras asociaciones y también "les constan más casos similares, no son un hecho aislado". Con los datos en la mano, actualmente, Fernández recuerda que "no hay suficientes espacios para acoger a todas las personas que viven en la calle".

La medida de Colau de habilitar un pabellón en Fira de Barcelona con la ayuda del ejército es del todo insuficiente: prevé acoger a 1.000 personas pero ha cifradas, en estos momentos, 1.200 que viven en la calle. Además, de entrada el espacio será para 150 y aumentará progresivamente.

Por otra parte, también hay que contar a las 2.100 personas que viven en albergues temporales o de centros de primera acogida: no tienen residencia propia y en principio son de estancia corta pero Fernández avisa de que se tendrán que ver "las demandas que surgirán con la crisis del coronavirus a partir de ahora".

Por todo ello, Arrels pide que la Guardia Urbana "no haga mover a las personas que no tienen hogar de un lugar a otro, como mínimo es importante tenerlas localizadas en un punto concreto. Echarlos de donde están, hace que no sepamos a dónde van".