Cerca de una cuarentena de organizaciones, entre ONG's y asociaciones, están trabajando en los últimos días para ofrecer una solución de emergencia a la ciudad de Barcelona a aquellas personas que no tienen un hogar. La capital catalana, y toda el área metropolitana, son donde más personas viven en la calle y reclaman una respuesta por parte del ayuntamiento de Barcelona que llega con cuentagotas.
Desde la Fundación Arrels han informado de que la Guardia Urbana multó a un hombre de mediana edad el miércoles pasado que no tiene hogar. Bea Fernández, abogada de la Fundación Arrels explica que "la conversación entre el agente y la persona entró en bucle, el policía le decía que se marchara a casa y él le respondía que no tenía casa".
Multa de 600,1 euros como mínimo para la persona sintecho
Todo acabó con una denuncia en base a la ley de protección de la seguridad ciudadana por presunta infracción. Siguiendo lo que dice el artículo 36.6, la multa que le puede caer a esta hombre va de los 600,1 a los 30.000 euros.
Un caso concreto. Es un señor moooolt tranquilo que nunca se pone en problemas. Ha ido así:
— Ferran Busquets (@ferranb) March 19, 2020
-Usted tiene que estar en su casa.
-Pero se que no tengo casa.
-No puede estar en la calle.
Y así en bucle hasta que han puesto la multa. pic.twitter.com/n2iJsWotNe
La Guardia Urbana de Barcelona, un cuerpo que depende de la alcaldesa de Barcelona Ada Colau, impuso la multa pero en ningún caso ofreció una solución de traslado o confinamiento al hombre denunciado. Desde Arrels aseguran que han hablado con otras asociaciones y también "les constan más casos similares, no son un hecho aislado". Con los datos en la mano, actualmente, Fernández recuerda que "no hay suficientes espacios para acoger a todas las personas que viven en la calle".
La medida de Colau de habilitar un pabellón en Fira de Barcelona con la ayuda del ejército es del todo insuficiente: prevé acoger a 1.000 personas pero ha cifradas, en estos momentos, 1.200 que viven en la calle. Además, de entrada el espacio será para 150 y aumentará progresivamente.
Por otra parte, también hay que contar a las 2.100 personas que viven en albergues temporales o de centros de primera acogida: no tienen residencia propia y en principio son de estancia corta pero Fernández avisa de que se tendrán que ver "las demandas que surgirán con la crisis del coronavirus a partir de ahora".
Por todo ello, Arrels pide que la Guardia Urbana "no haga mover a las personas que no tienen hogar de un lugar a otro, como mínimo es importante tenerlas localizadas en un punto concreto. Echarlos de donde están, hace que no sepamos a dónde van".