La detección de siete nuevos casos de peste porcina africana en Cerdanyola del Vallès ha hecho saltar todas las alarmas sanitarias en Catalunya y ha confirmado que el foco detectado la semana pasada no era un episodio puntual. Con estos nuevos hallazgos, los positivos confirmados ascienden a nueve jabalíes, todos ellos localizados dentro del mismo municipio y en un perímetro muy reducido del Parque de Collserola, que se ve ahora sometido a un auténtico asedio de control y vigilancia. Los nuevos casos han sido certificados por el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete, que ha confirmado oficialmente la presencia del virus. Las notificaciones ya han sido trasladadas a la Comisión Europea y a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), tal como marca el protocolo para una enfermedad de categoría A en la UE.
Ante el avance del foco, los servicios veterinarios de Catalunya y el Ministerio de Agricultura han establecido una zona de control de 20 kilómetros, en la que se ha prohibido la caza para impedir movimientos de fauna que puedan expandir el virus. Se ha activado también un gran dispositivo de localización de cadáveres y reductores de población de jabalíes, con equipos especializados en trampeo y conocedores del terreno. El dispositivo de seguridad y bioseguridad supera a los 400 efectivos. Entre ellos, 120 agentes rurales, 26 equipos operativos, Mossos d'Esquadra, Policía Local, SEPRONA y 117 miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME), dotados de estaciones de descontaminación, sistemas de captura con protocolos de bioseguridad y unidades de dones con visión infrarroja por rastreos. Además, esta mañana se han incorporado a los trabajos el Equipo Veterinario de Emergencias de la Comisión Europea, formado por expertos epidemiólogos para avalar sobre el terreno las medidas desplegadas y emitir recomendaciones para reforzar las actuaciones que permitan conseguir el control de la enfermedad lo antes posible.
Collserola, zona blindada
Collserola afronta días excepcionales. El parque natural sigue blindado tras la detección de más casos de peste porcina africana en jabalíes, un brote que ha activado un dispositivo sin precedentes y ha obligado a la movilización de cientos de efectivos de ámbito autonómicos y estatal. “Estamos en alerta sanitaria, el país se juega mucho. El ser o no ser en los próximos años”, avisa el conseller de Agricultura, Pesca y Alimentación, Òscar Ordeig.
Las autoridades recuerdan que la PPA no afecta a las personas, ni por contacto directo con animales ni por consumo de productos derivados del cerdo. Sin embargo, su alta mortalidad en jabalíes y el riesgo para el sector porcino han obligado a medidas drásticas. Los accesos principales están controlados desde hace días por Agentes Rurales, Mossos y voluntarios de Protección Civil. Varios caminos han quedado cerrados y las actividades de ocio, como las carreras, ciclismo, paseos con perros desatados o recogida de setas, están temporalmente prohibidas. “La prioridad es frenar la expansión del virus y proteger tanto a la fauna salvaje como al sector porcino”, remarcan desde el Departamento de Acción Climática.
