Una jueza de Barcelona está estudiando si abre la investigación contra los presuntos agentes de la policía española que habrían intentado captar a uno de los procesados en la operación Pandora para que les hiciera de confidente. 

El caso estalló el 19 de abril a partir de las informaciones del semanario La Directa. Quim Gimeno presentó una denuncia y ayer fue a declarar ante la jueza para ratificar los hechos. Paso indispensable para que el proceso salga adelante. Gimeno ratificó los términos de la querella que se ha presentado por supuestas coacciones. La jueza tiene que decidir ahora si lo admite a trámite o no. 

La diferencia de este caso con otros de posibles captados por la policía es el proceso judicial en que está inmerso Quim Gimeno. El hecho de que esté pendiente del juicio por|para la operación Pandora, lo tenía entre las cuerdas: "Sentí una amenaza, y por el tipo de información que me pedían y como me exigían y me daban instrucciones, lo vivía como una intimidación en todo momento", explicó en la rueda de prensa, de ahora hace 20 días, Gimeno que tenía la sombra de la Audiencia Nacional encima y que sintió|oyó que todo lo que "le estaban ofreciendo podía ir en contra" suyo. 

En las grabaciones que se hicieron públicas, los supuestos policías secretos hablan de coaccionar al fiscal para que favorezca Gimeno en la causa del caso Pandora, donde se detuvieron una veintena de activistas acusados de terrorismo anarquista.

En Gimeno lo citaron dos supuestos periodistas que todo apunta eran policías del Cuerpo Nacional de Policía español. En la misma rueda de prensa posterior a que se hicieran públicos los hechos se apuntaba como sospechosos un inspector de la brigada de Información de la policía española conocido por los movimientos sociales entre los años 1996 y 2009 que desapareció con el traspaso de competencias a los Mossos D'Esquadra.