Un grupo de activistas homosexuales han interrumpido hoy al grito de "homófobo" la charla que el católico homosexual francés Philippe Ariño ha pronunciado en Barcelona ante un público entusiasta de unos 200 jóvenes católicos, mientras en la calle un centenar de personas protestaban por la conferencia. A pesar del despliegue policial, que ha impedido a los manifestantes acercarse al claustro de la céntrica iglesia de Santa Anna, donde se ha celebrado el acto, cinco de ellos han conseguido entrar, a duras penas al cabo de diez minutos del inicio de la charla, y han desplegado pancartas y proferido gritos contra Ariño, que propugna la castidad entre los homosexuales.

Tras cinco minutos de protesta y alguna disputa con algunos de los asistentes, que ha golpeado la pancarta que llevaban los activistas, estos han sido expulsados de la sala y la conferencia ha continuado sin más incidentes.

El acto

Un público joven -tenían prioridad para acceder a la conferencia los menores de 35 años a causa del aforo de la sala, de 200 personas- ha seguido entusiasmado las tesis de Ariño quien, tras vivir en pareja homosexual, propugna ahora la castidad del colectivo. Philippe Ariño, de 36 años, ha confesado sentirse sorprendido por el "jaleo" causado por su conferencia, se ha definido como "homosexual, de izquierdas, feminista y afeminado" y ha explicado que su opción por la castidad "es una decisión y un combate personal".

Mientras tanto, en la calle, el portavoz de Crida LGBTI, Jordi Barbero, ha asegurado que la iglesia es "una institución arcaica" que busca "limitar la práctica de la sexualidad que no vaya orientada a la procreación", y ha asegurado que su grupo está dispuesto a denunciar siempre "los ataques homófobos". De su parte, el representante del colectivo LGTBI en el PSC, Arnau Ramírez, ha justificado su presencia en la protesta por la necesidad de denunciar "cualquier vulneración de la ley" y cualquier voluntad de "estigmatizar al colectivo de homosexuales". "Se trata de una charla homófoba organizada por el Arzobispado que contraviene la ley. No queremos dejar pasar ni una", ha aseverado, después de lamentar que la sociedad avanza mucho más rápido que la Iglesia.

La CUP también ha querido manifestar su oposición a la charla y se ha añadido a la concentración en los alrededores de la Iglesia de Santa Anna.

Una conferencia controvertida

Philippe Ariño era un activo militante homosexual francés, y asegura que se siente homosexual desde los 10 años. Ariño, que viene de una familia muy católica, mantuvo relaciones con algunos hombres pero asegura que no le satisficieron. En 2011 decidió abandonar las relaciones con hombres, la masturbación y la pornografía y defender que los homosexuales tienen que mantener absoluta castidad. Ha sido muy activo en las campañas en este sentido, y publicó el libro L'homosexualité en vérité, que ha sido acusado de homófobo, por considerar la homosexualidad una patología que hay que curar.

Organizada por la Delegación Pastoral de Juventud del Arzobispado de Barcelona, la charla ha levantado una gran polémica esta semana y ha provocado las denuncias del Observatorio Contra la Homofobia (OCH) y de la Direcció General de Igualtat de la Generalitat, que anunciaron que enviarían observadores al acto de esta tarde para determinar si se vulneraba la ley 11/2014 contra la homofobia.

El Parlament aprobó esta semana un texto -con el apoyo de todos los grupos salvo el PPC y algunos diputados de Junts pel Sí (JxSí)- a favor del colectivo homosexual, y el Ayuntamiento de Barcelona solicitó en el Arzobispado que suspendiera la conferencia y eal Gobierno que aplicara las sanciones previstas si se incumplía la ley.

Viernes pasado 10, el arzobispo de Barcelona, Joan Josep Omella, envió una carta a la Comisión de Igualdad del Parlament en la que aseguraba que la Iglesia respeta a todas las personas, aunque no esté de acuerdo con todas las propuestas éticas o sociales, y que está "abierta al diálogo y a la comprensión".

El sacerdote polaco homosexual Krzysztof Charamsa, autor de La primera piedra, una reflexión sobre la homosexualidad en la Iglesia, en una entrevista a El Nacional también quiso denunciar que el obispo Omella invitara a Phillippe Ariño.