La Comisión Europea vigila muy de cerca los productos que ingresan en el mercado comunitario, sobre todo aquellos comprados a través de plataformas de origen chino como son Shein y Temu. El comisario de Justicia de la Unión Europea, Michael McGrath, ha expresado su estupefacción ante la toxicidad y los peligros de determinados productos que se venden a través de las plataformas chinas Shein y Temu, en medio de una ofensiva por parte de la UE contra estas populares tiendas en línea. Con la llegada diaria de 12 millones de paquetes de bajo valor provenientes de comerciantes fuera de la UE, McGrath ha asegurado que intensificará las acciones contra la venta de productos que infringen flagrantemente la legislación europea.
Actualmente, tal como explica en una entrevista con The Guardian, la Comisión Europea está esperando los resultados inminentes de una operación de "agente encubierto" a escala comunitaria, consistente en compras simuladas, para verificar y ampliar las evidencias ya recogidas que apuntan que estas plataformas chinas esquivan las normativas de la UE.
Chupetes muy peligrosos
Uno de los casos más graves que McGrath ha conocido son unos chupetes para bebés con bolas que se desprenden con facilidad, suponiendo un riesgo de asfixia, ya que no incorporan el agujero de seguridad obligatorio que permitiría que el bebé pudiera respirar en caso de tragarse una de estas piezas accidentalmente.
Otros productos señalados por eurodiputados en un informe publicado este mes incluyen impermeables infantiles que contienen sustancias tóxicas, gafas de sol sin filtro UV y pantalones cortos para niños con cordones más largos del permitido por normativa, que pueden provocar traspiés.
Sustancias tóxicas
También se encontraron cosméticos que contienen butylphenyl methylpropional, conocido como Lilial, clasificado por la UE como una sustancia de "preocupación muy alta" y prohibida desde 2022 para estar relacionada con efectos adversos sobre la fertilidad y el desarrollo fetal. "Estoy realmente consternado, y creo que tenemos el deber de proteger los consumidores europeos", ha declarado McGrath a The Guardian.
Las autoridades nacionales de protección del consumidor envían avisos rápidos por toda la UE sobre productos no alimentarios peligrosos mediante el sistema Safety Gate, que también está abierto a quejas de los ciudadanos. El año pasado, Safety Gate recibió una cifra récord de 4.137 alertas, más de un tercio relacionadas con cosméticos, seguimientos de juguetes, aparatos eléctricos, productos químicos y accesorios para automóviles.
Aunque las organizaciones de consumidores alertan principalmente sobre cuestiones de seguridad, McGrath también ha expresado preocupación por la competencia desleal que estas plataformas –que han vivido un crecimiento explosivo en los últimos dos años– ejercen sobre los negocios locales.
"El crecimiento es extraordinario, y ha puesto una presión enorme sobre los sistemas de los estados miembros", ha señalado. "Estoy decidido a reforzar la aplicación de nuestras normativas en materia de seguridad de productos y protección al consumidor. No se trata solo de proteger a los consumidores: también hay una cuestión muy seria de equidad competitiva para las empresas europeas. Ellas tienen que asumir costes importantes para cumplir con nuestras exigencias, y no se puede esperar que compitan con vendedores que se desentienden totalmente".