El actual jefe de los Mossos d'Esquadra, Josep Maria Estela, está más cerca de volver a Lleida que seguir comandando el cuerpo. En el complejo central de los Mossos d'Esquadra, en Sabadell, donde tiene el despacho él y toda la Prefectura, ya dan por hecho que el comisario jefe está preparando su retorno al territorio, después de este fugaz paso por la dirección policial del cuerpo. Si el ambiente entre él y la dirección política de los Mossos y el gabinete del conseller de Interior ya era complicada, ahora la elección de las nuevas comisarias de los Mossos ha vuelto a hacer encender los ánimos de una batalla que nadie daba por cerrada. La dimisión, o incluso el cese por parte de Interior, parecen las dos únicas salidas ahora mismo sobre la mesa.

La reunión para decidir a los comisarios

Este viernes, antes de visitar el Parlament, el comisario jefe se reunió en la sede de Interior con el conseller para acabar de cerrar la lista de las seis personas que la Dirección General de la Policía proponía para hacer el curso de comisarios y, por lo tanto, que durante los meses que vienen, serán nombrados comisarios. Según ha adelantado EFE y han confirmado fuentes del departamento de Interior, Estela quería que fueran dos mujeres, en cambio, desde la conselleria se quería apostar por cuatro mujeres.

El resultado de la elección, es sabido. Ayer lo avanzaba ElNacional.cat. Cuatro mujeres y dos hombres. La ley en este caso es clara, el concurso de ascensos a comisarios es de libre designación política, y el conseller, a propuesta del director general, Pere Ferrer, escogió sacar adelante la elección de cuatro mujeres y dos hombres.

En la elección de los preseleccionados que hizo el mismo Estela, como presidente del tribunal, había doce personas, de los 34 que se presentaron. Entre estas había las cuatro comisarias seleccionadas, aseguran desde Interior, y todas con la máxima puntuación. Sus valoraciones individuales destacan por aspectos como la visión estratégica global, la innovación y la vocación de servicio, las habilidades sociales y comunicativas, la experiencia en dirección operativa y el conocimiento de la realidad organizativa, aseguran también. Habiendo pasado las pruebas y siendo a la lista que el comisario jefe hizo llegar a Interior, el conseller propuso que las cuatro fueran elegidas para ser nombradas comisario, en contra del criterio de Estela, que prefería que fueran únicamente dos. No se han conocido los nombres de las dos que proponía Estela, tampoco de los cuatro hombres que él prefería, que eran de su entorno de confianza y territorio.

Lleida, el objetivo

Viendo que el pulso que inició con la dirección política no salió a efecto, y que el hombre que quería hacer desaparecer, al comisario Sallent, todavía ha ganado más apoyos y se ha convertido en imprescindible por Interior, Estela ya prepara su retorno a Lleida. El actual comisario jefe espera que lo cesen, pero tampoco descarta incluso dimitir antes de diciembre, cuando todo el mundo espera este relevo.

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Josep Maria Estela, durante el Once de Septiembre, en Barcelona, con Pere Ferrer / ACN

Este nuevo enfrentamiento vuelve a demostrar que la tensión entre el jefe del cuerpo y la dirección política no se ha solucionado y que la salida, así ya lo ve el entorno de Estela, únicamente pasa por abandonar la dirección del cuerpo. Habrá que ver si después de esta serie de acciones que el comisario incluso ha hecho públicas filtrándolas a los medios, la nueva Prefectura le permite ir al destino que quiere, en la región policial de Ponent, dónde fuentes de los Mossos creen que sería un regalo demasiado bueno para la deslealtad mostrada no solamente a la dirección política sino también al conjunto del cuerpo.

Las cuatro mujeres, en posiciones de mando

La elección de las cuatro nuevas comisarias no es casual. Se enmarca en la línea política marcada por el conseller Elena de feminizar el cuerpo, desde la base hasta la cúpula, con las cuotas del 40% en los procesos de selección y también con la presencia de más mujeres en los espacios de poder de la policía catalana. Las cuatro mujeres que serán nombradas comisarias ya fueron colocadas por Sallent y Estela en lugares importantes cuando se hicieron los cambios de diciembre de 2021.

El ahora intendente Rosa Bosch es la tercera pata de la Prefectura, una persona de máxima confianza de Eduard Sallent y una de las intendentes mejor consideradas de toda la organización. Las intendentes Montserrat Estruch y Sílvia Catà fueron promocionadas para liderar, respectivamente, las regiones de Metropolitana Norte y Barcelona como subjefes, también desde el inicio de 2021. La intendente Mònica Luis, con el relevo en la Prefectura, fue nombrada jefe de la Comisaría General Técnica de Planificación de la Seguridad. Las cuatro nuevas comisarias ya han ejercido lugares de mando relevante en la organización policial el último año.