Más policía para luchar contra los narcopisos, más efectivos para acabar con el top manta, más horas extras de la Guardia Urbana... son las promesas de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, para este verano. Pero mientras se compromete a aplicar las medidas de un plan de choque contra las actividades ilegales, la plantilla de agentes locales se le pone en pie de guerra. En plena negociación de un convenio que hace más de dos años que se tendría que haber resuelto, son varios los sindicatos que denuncian la gestión de Colau como máxima responsable política del cuerpo. Y lo peor, que la imposibilidad de llegar a un acuerdo afecta a la seguridad de la ciudad.

Así lo manifiesta la Central Sindical Independiente y de Funcionarios, la CSIF, que alerta del aumento del número de bajas por ansiedad y estrés, especialmente en el turno de noche, y denuncia coacciones por parte del Ayuntamiento contra aquellos agentes que se ven obligados a cogérselas, unas amenazas que el consistorio ha desmentido en este diario. "Ante el aumento de estas bajas, el Ayuntamiento de Barcelona, a través de algunos mandos del cuerpo, amenaza de tomar medidas hacia estos agentes", alerta el sindicato, que también manifiesta el derecho de los agentes a acogerse a las bajas de 48 horas recogidas en el "pacto de condiciones laborales".

El CSIF alerta de que esta situación "agravará la falta de efectivos en el territorio", una falta de personal que ya se vivió la noche de San Juan cuando sólo vigilaron la ciudad "13 patrullas, cada una de dos agentes, para todos los distritos", alertan. Es decir, sólo 26 policías velaron por la seguridad de 1.600.000 barceloneses.

Alerta: Barcelona no es segura

El SPPMC de Barcelona (Sindicato Profesional de Policías Municipales de Catalunya) puso en marcha ayer una campaña para alertar a los turistas de los peligros de Barcelona. En una acción similar a la que se hizo hace unos días en Madrid, se repartieron 5.000 folletines donde se avisaba a los visitantes de que han aumentado los robos, de que no hay suficientes efectivos, que vigilaran sus pertenencias... en definitiva, que Barcelona no es una ciudad segura.

Sin acuerdo

La semana pasada, el sindicato mayoritario de la Guardia Urbana de Barcelona, SAPOL, junto con CCOO y la UGT, decidieron no suscribir el acuerdo presentado por el consistorio porque lo consideran insuficiente. Según explican en un comunicado, la propuesta no contempla la reducción de jornada a 37 horas y media desde el primer día, tampoco la reducción del 10% del turno de noche, no contempla el complemento de peligrosidad y no se aviene a hablar de las prolongaciones de la jornada laboral.

Para el Ayuntamiento de Barcelona estas quejas por las condiciones laborales "se inscriben en el contexto de las negociaciones del convenio".