Desde el pasado lunes la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) vive una pesadilla digital. La universidad ha sido el objetivo de un ataque informático desde el pasado lunes que obligó a suspender las clases. Este miércoles la universidad ha anunciado que se ha reanudado la actividad, a medio gas, ya que siguen sin funcionar las redes UAB y Eduroam.

Sin wifi, ni intranet, las actividades docentes y administrativas se reactivan. Mientras los trabajadores y los estudiantes averiguan cómo continuar con sus tareas sin ni siquiera una web operativa, desde la Dirección de Tecnologías de la Información y la Comunicación de la universidad trabaja contra reloj con el fin de restablecer todo el sistema.

Han pasado muchas horas desde que se produjo el ciberataque y los técnicos todavía están trabajando al determinar el alcance de este, un hecho que hace intuir la fuerza del ataque que sufre la universidad.

Adaptando la actividad

Con el fin de devolver a la normalidad el trabajo y los estudios de los miembros de la comunidad de la UAB se tendrá que adaptar durante unos días. Con respecto a los estudiantes no contar con el Campus Virtual es un impedimento notable a la hora de trabajar, por eso los docentes tienen que cambiar el formato de entrega, en vez de digital físico, o modificar los calendarios de evaluación. Según fuentes de la universidad, la manera en que se tienen que adaptar las asignaturas queda a criterio de cada profesor, que se adapta a la realidad de su materia.

En el caso de los trabajadores tienen que encontrar maneras alternativas para seguir con sus tareas. El correo electrónico y la intranet están caídos, de manera que algunos apuestan por sistemas alternativos como Teams o Whatsapp.

Origen desconocido

Todo apunta que el ataque que ha sufrido la UAB tiene su origen en un virus ransomware, que se ha dirigido hacia los sistemas centrales de la universidad. El ciberataque obligó a desconectar las redes internas y cortar los accesos a internet, a fin de que los daños no fueran a más.

Fuentes de la universidad aseguran que encontrar el origen del ataque será muy difícil o imposible por la naturaleza de este. Sin embargo continúan las tareas de evaluación de daños y gestión del ataque. Desde el rectorado de la UAB se ha organizado un comité de crisis para hacer frente a esta situación.

Mientras, tanto los alumnos como los trabajadores de la Universidad Autónoma vuelven a medio gas a su rutina, sin internet ni herramientas digitales propias de la universidad y con la advertencia de la institución: si ningún usuario ha recibido un fichero denominado http://Readme.READ y que se ha guardado en el escritorio, así como ficheros con extensión .uab, se apaguen los ordenadores y se avise al servicio informático.

 

Imagen principal: La plaza Cívica de la Universidad Autónoma de Barcelona / Wikipedia