Con el retorno de la peste porcina africana, después de que el viernes se confirmaran dos casos positivos en la sierra de Collserola, centra buena parte de las noticias del país por el gran impacto que tiene esta crisis sobre el sector porcino (no sobre la salud pública) y también por las restricciones que se están aplicando en la zona de infección, con los esfuerzos dedicados a impedir que la infección salga de este radio, donde ya se han encontrado una cincuentena de jabalíes muertos, nueve de ellos con la infección confirmada. En este contexto, hay un sector que pide paso y se ha ofrecido con "predisposición absoluta" al Govern, que en las últimas horas ha reconocido que es necesario reducir la población de jabalíes en el país, ya que son uno de los principales vectores de transmisión de la peste porcina africana. Según explica la ACN, la Agrupación de Sociedades de Cazadores y Pescadores de Catalunya han elaborado una lista de más de 100 cazadores cualificados para hacer actuaciones específicas y aseguran estar preparados para intervenir "allá donde convenga". A estas alturas, el Govern no los ha incluido en sus batidas y ha prohibido la caza ordinaria, limitando al máximo los movimientos de personas, perros y vehículos en el bosque: cada disparo implica desplazamientos, sangre y transporte de cadáveres que podrían, si no se extremen al máximo todas las precauciones, esparcir el virus.
Después de que tanto el presidente, Salvador Illa, como el conseller de Agricultura, Òscar Ordeig, resolvieran que es necesario reducir la población de jabalíes en el país, los cazadores celebran que el Govern reconozca su función a la hora de contener la enfermedad, pero insisten en que sin ayudas y sin garantizar la salida de los cadáveres las batidas que puedan hacer no serán eficientes. Así, piden ayudas económicas, una respuesta coordinada y también simplificación burocrática: "Quizás nos tocará sacar las castañas del fuego. Pero necesitamos que se nos escuche y que se nos ayude", admite David Casillas, cazador de la cuadrilla del jabalí de Navàs, en declaraciones a la ACN.
Reclamaciones de los cazadores
Desde la asociación Agrupcat alertan de que se están encontrando con la situación de que algunas empresas no están recogiendo los jabalíes abatidos en las batidas allí donde están permitidas porque "no les sale a cuenta". Eduard Melero explica que hasta ahora las empresas hacían un circuito de recogida más grande, pero ahora se encuentran con que "si tienen que hacer un recorrido más pequeño porque hay zonas donde no se está cazando, no les sale a cuenta". Por ello, desde las sociedades de cazadores piden al Govern incentivos o un "servicio de recogida exprés de los animales abatidos y que se les pueda dar la trazabilidad que corresponde". Ante este nuevo contexto, los cazadores se erigen en los "únicos que podemos gestionar la problemática de la fauna cinegética" y por ello reclaman que ante este trabajo "se les pongan las cosas más fáciles".