El asesino confeso de los dos agentes rurales, Ismael Rodríguez Clemente, había sido denunciado los últimos años, al menos, dos veces, por infracciones a la ley de caza, tanto por el cuerpo de Agents Rurals como por la Guardia Civil.

En el 2010 una patrulla del Seprona de la Guardia Civil lo denunció por circular con el arma cargada por un camino de uso público en una localidad de las comarcas de Barcelona. Además, el Departament d'Agricultura lo sancionó con 300 euros de multa.

Cazar a menos de 25 metros de un camino de uso público es una de las infracciones más graves a la ley de caza y comporta la retirada de la licencia de caza durante años, concretamente en este caso fueron 2, y la retirada cautelar del arma, que se deposita en dependencias de la Guardia Civil hasta que no se paga la sanción económica.

A mediados del mes de noviembre del 2013, los Agents Rurals del Vallès Occidental sorprendieron a Rodríguez en plena caza ilegal de pájaros fringílidos -aves que se comercializan o se tienen para participar en concursos de canto- cerca de su casa, en Vacarisses.

Los agentes constataron que él y otra persona habían montado una red abatible para capturar pájaros en unos campos de cultivo y en la trampa había varios pájaros vivos, que se utilizaban de reclamo.

Ismael Rodríguez mostró a los agentes su licencia de caza tipo A y los aseguró que al tramitarla, en una armería, le habían dicho que servía para todo tipo de caza e incluso para pescar. Pero para hacer este tipo de capturas -que no siempre está autorizado- se necesita una autorización excepcional y, en 2013 y en 2014, la caza de este tipo de pájaros estaba prohibida.

Por este motivo, los Agents Rurals requisaron las artes de caza, los pájaros utilizados de reclamo y los capturados (6 jilgueros y un pardillo) y denunciaron a los dos hombres, por lo que el Departament d'Agricultura les sancionó con 400 euros.

El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Lleida, que lleva el caso, apuntó en el auto de prisión preventiva que Rodríguez, que hacía 10 años que cazaba, reconoció haber tenido al menos tres encuentros con miembros del cuerpo de Agents Rurals, por lo que sostiene que "no podía desconocer que los agentes de este cuerpo no llevan armas de fuego de ningún tipo".

Ismael Rodríguez, de 28 años y vecino de Vacarisses (Vallès Occidental), llamó el sábado pasado, día 21, a los Mossos d'Esquadra y dijo que había disparado contra dos agentes rurales causándoles la muerte. El homicida confeso tenía licencia de armas de tipo D (para caza mayor), pero la de tipo E (escopeta para caza menor), le caducó a final de 2016.

La Guardia Civil le había notificado este hecho y lo había advertido que tenía que depositar el arma en las dependencias de este cuerpo. Pero para no tener que desprenderse de las dos escopetas de su propiedad, Ismael Rodríguez puso la Benelli semiautomática de calibre 12 con la cual mató los dos agentes, así como otra escopeta, a nombre de un amigo suyo con la licencia en vigor.

El día de los hechos tampoco tenía permiso para cazar en la zona.