A las 11:39 horas del 21 de enero de 2017, el cazador Ismael Rodríguez llamó al 112 y confesó el crimen, el asesinato de dos agentes rurales en Aspa (Segrià). En la transcripción íntegra de la llamada, a la que ha tenido acceso El Nacional, confiesa el crimen a medida de que va explicando tanto al técnico del 112 como a los Mossos el motivo de su llamada.

"Que mira, estaba cazando y han venido, los dos, los dos guardias, los dos agentes rurales," explica al operador, "y no me digas por qué, pero mira, me he puesto muy nervioso y....

 

 

Ismael Rodríguez titubea en el momento de decir exactamente qué les pasa a los agentes rurales, hasta que confiesa:

 

La llamada se deriva entonces a los Mossos d'Esquadra, e Ismael Rodríguez vuelve a repetir que se ha puesto nervioso y ha disparado al ver a los agentes rurales: "Me han venido, me he puesto nervioso, y no sé por qué he reaccionado así".

 

La llamada coincide bastante con la declaración que hizo el cazador en los juzgados y en la policía. Confiesa el doble crimen y no sabe por qué ha disparado. Por los nervios. No hubo discusión, los agentes sólo le pidieron que descargara el arma y no les dio tiempo a nada más, porque automáticamente disparó. Lo explica el juez, también, en su auto.

El cazador está ingresado en la prisión de Ponent después de que el juez dictara la medida cautelar. Está con los presos comunes y en función de lo que acabe pidiendo la Fiscalía se podría enfrentar a 40 años de pena de prisión, o 50, 20 o 25 por matar a cada uno de los agentes rurales, dependiendo de si finalmente la investigación determina que fue homicidio o asesinato.