Catalunya se prepara ante la ola de calor que empezó el miércoles. Las elevadas temperaturas afectan a las comarcas de interior del país, donde superarán la temperatura de los 40 °C, mientras que en la costa se traducirá en bochorno y noches tórridas. Se trata de una masa de aire proveniente del norte de África, hecho que provoca un elevado riesgo de incendio por toda Catalunya.

Actualmente Catalunya se encuentra en un riesgo de incidencia muy alto, una situación que no se veía en 18 años. Las zonas que corren un mayor riesgo son el Vallès, la Catalunya Central y Ponent, donde ha recordado que se han cerrado parques naturales. La ola se espera que, como mínimo, dure hasta el lunes.

Ayudas a los ciudadanos

Las administraciones también han hecho algunos preparativos para evitar problemas de salud y poder soportar la ola de calor. A modo de ejemplo, Barcelona cuenta con 162 refugios climáticos para que puedan ir las personas más vulnerables al calor. Así, han abierto puertas una cuarentena de bibliotecas, nueve museos, 11 escuelas y 19 complejos deportivos, entre otros.

También se han habilitado espacios exteriores en 46 parques y jardines. Como la capital catalana, municipios del entorno como Molins de Rei y Sant Andreu de la Barca, en el Baix Llobregat, también han puesto a disposición de la ciudadanía equipamientos municipales como teatros o espacios en los mercados. En Molins, el hogar de ancianos del barrio del Canal se ha llenado de personas que no disponen de aire acondicionado en su casa o que a pesar de tenerlo han preferido ir al centro ante el incremento del precio de la luz.

Fuentes de agua

El Ayuntamiento de Figueres también está instalando fuentes de agua en varios puntos de la ciudad para facilitar que los peatones se refresquen durante las horas de más calor de estos días. El consistorio también ha empezado a llamar a las personas mayores en situación vulnerable para darles consejos para pasar mejor estos días y también hacen un seguimiento de las personas sin techo.

Además, el gobierno local abre el comedor social cada día entre las doce del mediodía y las ocho de la noche para ofrecer un refugio climático a aquellos que lo necesiten. También se ha reforzado la presencia de efectivos de la Guardia Urbana y de Protección Civil.

Quebraderos de cabeza por el banco de sangre

La ola de calor también supone quebraderos de cabeza, como ahora que el Banc de Sang i Teixits ha alertado de que la ola de calor podría hacer "tambalear" el estado actual de las reservas. Por eso, ha hecho un llamamiento a la concienciación ciudadana para llegar a entre 800 y 1.000 donaciones diarias para los tratamientos de los enfermos. Además, ha apuntado que los contagios de covid-19 provocan que muchas citas de las campañas de donación queden disponibles.

Hasta y ahora, y desde el 15 de julio, 18.900 personas han dado sangre en Catalunya y eso ha permitido el tratamiento de los enfermos en los hospitales. Las plaquetas presentes en la sangre tienen una duración de cinco días y por eso es importante mantener el ritmo diario de donaciones.

 

Imagen principal: Mujer en una fuente dando de beber a su perro - Montse Giralt.