El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha anunciado este sábado el encargo de una auditoría al IRTA para revisar “de forma preventiva” las instalaciones y protocolos de los cinco centros que trabajan con el virus de la peste porcina africana (PPA) dentro del perímetro de 20 kilómetros donde se ha declarado el brote, en Cerdanyola. Illa ha subrayado que “el Govern no ha pedido ninguna responsabilidad al IRTA, pero el Govern no descarta ninguna opción, ni confirma ninguna. Tenemos plena confianza con el IRTA y vamos a ver qué ha pasado”. El anuncio ha llegado después de la reunión de seguimiento del brote en el Palau de la Generalitat y de la visita al centro de mando avanzado de Torreferrussa. El presidente ha insistido en que “se está consiguiendo el objetivo de contener el brote, que es la prioridad número 1”.

Paralelamente, Mossos d'Esquadra y Guardia Civil han creado un equipo conjunto para investigar el origen del brote, después de que el Ministerio de Agricultura abriera la puerta a la posibilidad de que hubiera podido salir de un laboratorio. La Generalitat reitera que no existe ninguna hipótesis descartada. El dispositivo de contención mantiene un perímetro restringido de 20 kilómetros que afecta a 91 municipios y varios espacios naturales. El acceso al medio natural está prohibido o limitado, así como actividades de ocio, caza y trabajos forestales. Las medidas se mantienen por ahora hasta el 14 de diciembre.

 

Un millar de agentes trabajan las 24 horas en 79 puntos de control para evitar que nadie acceda a la zona. Según el intendente de los Mossos Francesc Parra, la prioridad es impedir la movilidad que pueda facilitar la propagación del virus, que “se contagia de forma muy extensa” entre jabalíes, aunque no afecta a las personas. Parra ha destacado “el cumplimiento hasta ahora ejemplar de la población”. El brote sigue limitado al foco inicial y afecta únicamente a fauna salvaje: hay 13 casos confirmados en jabalíes. Dentro del perímetro de riesgo hay 55 granjas sin positivo alguno, pero el viernes el Gobierno y el sector acordaron el sacrificio de 30.000 cerdos de 39 explotaciones para prevenir la expansión del virus.

Illa ha remarcado la coordinación de todos los cuerpos implicados —Agents Rurals, Mossos, Guardia Civil, UME y otros efectivos estatales— y ha pedido a la ciudadanía que respete estrictamente las restricciones: “Es básico contener el brote en el perímetro”. También ha garantizado apoyo al sector ganadero: “El sector está haciendo bien las cosas y daremos ayudas para que puedan mantener la capacidad productiva y el empleo”.