Cimera del Síndic sobre el cas Maristes

La cumbre convocada por el Síndic de Greuges a raíz del caso Maristas, con todas las administraciones implicadas, ha durado una hora y ha acabado con una conclusión clara: "Todo el mundo ha detectado la necesidad de coordinarse". Todos han admitido que hace falta más comunicación entre todos los departamentos implicados, según han explicado fuentes de la reunión a El Nacional.

Entre las preocupaciones hay que hace falta que la justicia vaya más rápida y que el juicio por el caso Maristas no tarde más de un año al hacerse. También se ha puesto sobre la mesa la necesidad de proteger a las víctimas durante todo el proceso de investigación, y están de acuerdo en habilitar mecanismos judiciales para evitar la victimización de los afectados.

El Síndico ha propuesto hacer varios cambios en los protocolos que se explicarán en una comparecencia pública a primera hora de la tarde.

La cumbre del Síndic

Durante una hora han ido entrando los doce representantes de las instituciones implicadas en el protocolo marco de actuaciones en casos de abusos sexuales y otros maltratos graves a menores. Un protocolo redactado el año 2006 a raíz del caso Alba.

El Síndic de Greuges ha tomado las riendas y ha convocado los departamentos de enseñanza, salud, interior, justicia, fiscalía, Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, Delegación del Gobierno en Cataluña y el Departamento de trabajo, asuntos sociales y familia.

La reunión, que ha durado una hora, ha puesto sobre la mesa las carencias detectadas en el protocolo sobre maltratos infantiles. De hecho, en el caso Maristas, a pesar de que sí que se ha cumplido una parte, el hecho de que la dirección de la escuela no comunicara a enseñanza los hechos que denunciaron a algunos de los padres, y que el protocolo no prevee algunas situaciones que han pasado en este centro, deja al descubierto la necesidad de hacer una revisión en profundidad.

El Síndic de Greuges, Rafel Ribó y la consellera de ensenyament Meritxell Ruiz, presiden la reunión de trabajo donde asisten el director general de la policía,Albert Batlle, el fiscal coordinador en materia de menores Martin Rodríguez Sol, el magistrado del Audiencia de Barcelona, Josep Grau, experto también en temas de menores, y el subdelegado de la Delegación del Gobierno en Cataluña, Emilio Ablanedo. También hay representantes de los departamentos de salud y justicia. En la mesa hay sentados los responsables de la dirección general de ejecución penal a la comunidad y Justicia Juvenil, Pilar Heras, el director general de laDGAIA, Ricard Calvo y el suyo baches director, Joan Mayoral.

El Síndico se reunió ayer con el padre del joven que ha destapado todo el caso.Manuel le hizo la fotografía de los casos que le han ido llegando y los que están denunciados, tanto a los Mossos como a los juzgados. Actualmente hay 25 denuncias, 21 a la policía y 4 en los juzgados. Hay 5 maestros y 1 monitor denunciado.

Alba, el orígen

El protocolo de que se redactó en motivo del caso de Alba, la niña de 5 años, deMontcada y Reixach, matractada por la pareja de la madre que, a causa de lasgolpes tiene una invalidez irreversible, con una discapacidad del 90%. No se vale para|por ella misma. No puede hablar, ni andar y está ingresada en un centro de acogida. El padrastro, acusado de los maltracaments, lo van condemanr a 22 años de prisión y la madre de Alba cumple una condena de 20 años.

Era el año 2006, y el caso, además de saccejar la opinión pública, dejó al descubrimiento las carencias para detectar este tipo de casos y actuar con eficiencia. El protocolo que se hizo en aquel momento sólo preveía derivar las denuncias en la Fiscalía y los Juzgados, pero el año 2014, se amplió haciendo entrar los departamentos de educación y salud. El documento concreta que tiene que hacer cada departamento. En el caso de educación y salud, prevé que si hay una sospecha de presuntos maltratos, la dirección del centro educativo lo ha de comunicara a la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) y a la fiscalía de menores.

El protocolo tiene una comisión de seguimiento, que según el Síndico de Agravios, ha ido detectando los últimos años algunas carencias y vacíos que hacían necesaria su revisión.

El caso Maristas ha hecho acelerar el proceso y el síndico ha convocado todos los departamentos implicados.

Fotos: Sergi Alcàzar