La lectura en el tiempo libre es una actividad importante para casi en 70% de los catalanes. Así lo indica el Barómetro de Hábitos de Lectura y compra de libros en España 2023, presentado en la Biblioteca Nacional de España, que revela que los índices de lectura entre los españoles se mantienen estables, con un 64,1% de ciudadanos que afirman leer en su tiempo libre. Con respecto a los datos de Catalunya, el estudio revela que un 68,2% de los catalanes lee en su tiempo libre. En el conjunto del estado español, se observa una ligera caída del 64,8% al 64,1% en el último año en los hábitos de lectura.

Con respecto a los resultados por comunidades autónomas, Madrid lidera en el índice de lectura con un 73,5% de lectores, seguimiento de Catalunya (68,2%), Navarra (68,1%), País Vasco (67,8%), La Rioja (66,6%) y Aragón (64,3%), todas por encima de la media nacional del 64,1%. Comunidades como Murcia (59,5%), Andalucía (59,0%), Castilla-La Mancha (58,9%), Canarias (58,3%) y Extremadura (54,4%) se sitúan por debajo del 60%.

Aunque el informe muestra que la lectura en tiempo libre ha crecido un 5% en los últimos once años, llegando al 64,1%, el presidente de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), Daniel Fernández, advierte sobre la persistente presencia de un tercio de la población que nunca abre un libro. Fernández subraya que este desequilibrio lector contribuye a desigualdades sociales significativas y destaca una especial preocupación en la educación secundaria, donde la influencia de los teléfonos móviles parece haberse convertido en una "batalla perdida" en la lucha para mantener el interés en la lectura.

Ernest Urtasun, ministro de Cultura, opina que en España "se lee y se lee cada vez más", pero aspira a un crecimiento continuo. Destaca el apoyo a las librerías independientes y su trabajo para eliminar barreras entre el mundo rural y urbano. Urtasun ha afirmado que se han asignado 1,4 millones de euros a entidades locales para actividades de promoción de la lectura, además de consolidar la primera fase del Plan de Lectura 2021-2024. Urtasun considera que este estudio es un indicador de "la salud cultural del país" y representa una "foto fija" de la igualdad en todas sus expresiones, así como de la forma de vida de la sociedad.

El Barómetro también revela persistencias en las diferencias de los índices de lectura entre géneros y tramos de edad. A pesar de un crecimiento del 15% en los lectores de 65 años o más desde 2012 (llegando al 53,7%), todavía existen notables discrepancias entre ambos sexos en este grupo. Además, es el tramo de edad en el cual menor diferencia hay entre los dos sexos.