La actual presidenta del Palau de la Música, Mariona Carulla, ha comparecido hoy en el juicio a Fèlix Millet y Jordi Montull a lo largo de una declaración en que ha dejado claro que los dos máximos responsables de la institución cultural hacían y deshacían a su aire sin que nadie los controlara.

Ha relatado como les explicaban los números: "Y se ha quejado de que ni tan solo les expusieran el estado de cuentas con un power point. Pero también ha admitido que en aquel momento nadie dijo nada, ni sospechó nada y que ella tenía un papel representantivo, "como un vocal". Carulla era vicepresidenta del Palau en la época de Millet.

 

Preguntada reiteradamente sobre si se creía las cuentas que presentaba Millet ha insistido que "es que era correcto". "La apariencia de lo que presentaban eran correcto. Cuando las cosas van bien y lo que te presentan es correcto no tienes por qué preguntar. Quien tenía que tener más obligación de preguntar eran los que tenían cargos económicos"

Engañados

"Las cifras ligaban porque eran muy elementales", ha explicado y ha mantenido a lo largo de toda la declaración que estaban todos engañados: "Una cosa es la apariencia y la otra es la realidad. La realidad la desconocíamos".

La declaración ha dado un giro estrambótico cuando el abogado de Fèlix Millet, Abraham Castro, ha intentado relacionar las facturas del Palau y las donaciones de las empresas con Gallina Blanca, la firma propiedad de la familia Carulla.

Incluso Castro se ha enfrentado con el abogado de la Fundació del Palau, que ha protestado por algunas de las preguntas: "La acusación particular no quiere que se sepan los hechos. Me llama la atención", ha añadido buscando una complicidad en los hechos de los que tenían responsabilidades en la època de Millet.

"No he trabajado nunca"

Abraham Castro ha insistido con el interrogatorio de Carulla.

Castro: ¿Tiene algún tipo de formación académica?

Carulla: Si. Economista.

Castro: ¿Ha ejercido?

Carulla: No he trabajado nunca

Castro: ¿Hizo algún máster?

Carulla: No

El abogado de Fèlix Millet también ha repreguntado, y mucho, cuáles eran las responsabilidades de Carulla y qué es lo que hacía realmente. De hecho Mariona Carulla, ha dicho sólo empezar que iba a las juntas y a algún concierto.

Castro: ¿Qué hacía usted? No me ha quedado claro.

Carulla: Es muy sencillo. La misión de la vicepresidenta era la sustitución de Fèlix Millet cuando no estaba. Mi caso era como el de un vocal. Puramente representativo. Quien tenía otras misiones era el contable, el tesorero.

Carulla ha insistido que "el cargo de presidente es un cargo que no está remunerado, que tiene que hacer una serie de controles pero que no es ejecutivo. No cobra, no tienes que estar sobre el día a día, eso lo lleva el gerente".

La actual presidenta del Palau se ha lamentado de que cuando estalló todo el escándalo se le incrementó el trabajo: "Cuando yo pasé de vicepresidente a presidenta, cosa que no me venia nada bien, me vi obligada a aceptarlo porque los estatutos así lo decían, tuve una cantidad de trabajo... estuve haciendo muchas más cosas de las que tiene que hacer un presidente".

Y ha concretado que esta "cantidad de trabajo" duró dos meses, agosto y septiembre, justamente los dos meses posteriores al registro del Palau.