El lanzamiento de la primera misión espacial tripulada de Boeing ha sido cancelado este lunes cuando faltaban unas dos horas para su despegue con destino a la Estación Espacial Internacional (EEI) desde Cabo Cañaveral, a Florida (los EE.UU.). El motivo de la cancelación se debe a errores en una de las válvulas del cohete lanzador Atlas V, de la firma privada United Launch Alliance (ULA), sobre el cual se encuentra montada la nave Starliner de Boeing, informó a la NASA.

La decisión de cancelar el despegue de hoy la dio el responsable de lanzamiento por parte de ULA, Tom Hetter III, y, de acuerdo con la agencia espacial estadounidense, los equipos revisarán una de las válvulas de oxígeno del Atlas V, donde por lo visto radica el origen del fallo técnico. "La primera prioridad de la NASA es la seguridad. Iremos cuando estemos listos", señaló por su parte el administrador de la NASA, a Bill Nelson, quien confirmó de esta manera la cancelación.

Sin previsiones

La Starliner tenía previsto elevar esta noche a las 22.34 horas local (2.34 GMT del miércoles), desde un complejo de lanzamiento de la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, con los astronautas de la NASA a bordo, Barry 'Butch' Wilmore y Sunnita Williams. Ni la NASA ni la firma privada han anunciado de momento una posible nueva fecha de lanzamiento. La misión CFT (Crew Flight Test) de Boeing tiene por objetivo conseguir las certificaciones necesarias de la NASA para poder empezar a operar en calidad de segundo proveedor de transporte de tripulación y carga al llamado laboratorio orbital, servicio que desde 2020 ya presta de manera oficial la firma SpaceX.

La agencia espacial estadounidense ha dado a Boeing desde 2014 hasta la fecha unos 4.200 millones de dólares para la consecución de esta meta, y por eso las expectativas eran considerables hoy en Cabo Cañaveral. En este mismo periodo de tiempo, SpaceX recibió 2.600 millones de dólares y su cápsula Dragon lleva ya más de una decena de vuelos al EEI, unas diferencias aludidas hoy por su presidente ejecutivo, al magnate Elon Musk, quien en un mensaje en X, horas antes del previsto despegue lanzó una probable explicación: "Demasiados gerentes no técnicos en Boeing".

Más contratiempo

La cancelación de hoy se suma una serie de contratiempos que ha registrado la Starliner, que consiguió volar hasta el EEI en una primera misión de prueba, sin tripulación, en mayo de 2022, después de dos intentos fallidos en 2019 y 2021. De cara a su primera misión tripulada no han escaseado los reveses para Boeing, que había programado para el 21 de julio de 2023 el lanzamiento de esta misión, pero el descubrimiento de unos fallos en el sistema de paracaídas y en unas cintas aislantes de fibra de cristal obligaron a su aplazamiento cuando faltaba un mes y medio.

"Puedo decir con toda confianza que los equipos han hecho absolutamente su debida diligencia", aseveró la semana pasada James Free, administrador asociado de la NASA, durante una teleconferencia en la cual dejó patente su confianza en el éxito de la misión que tenía que haber elevado hoy. Free agregó que la CFT es un vuelo de prueba y, por lo tanto, astronautas y controladores preveían que surgieran imprevistos.