Una quincena de tractores han salido este lunes por la tarde desde Batea, en la Terra Alta, para llegar este miércoles por la mañana a la sede de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) en Zaragoza. La manifestación, convocada por Unió de Pagesos (UP), tiene como objetivo denunciar la gestión "irresponsable" que se está haciendo del agua de riego en la cuenca del Ebro, la cual pone en riesgo el potencial productivo local de alimentos. Agricultores del Ebro y el Priorat alertan de que si no se actúa de manera inmediata, se podría producir una escabechina irreversible para el sector. La manifestación también tiene como objetivo pedir ayuda y apoyo a las administraciones. Los agricultores del Ebro y el Priorat que han salido de Batea se encontrarán en Bujaraloz con la columna de tractores que han salido de Lleida a la misma hora y que aglutina agricultores de Les Garrigues, L'Urgell, El Segrià y La Segarra. La marcha llegará para hacer noche en Alfajarín, en la comarca de Zaragoza. Este miércoles por la mañana, reanudarán la marcha hasta el centro de Zaragoza, en las puertas de la sede de la CHE donde harán reivindicaciones.

El responsable de organización del sindicato agrario, Carles Vicente, ha denunciado la "irresponsable" gestión del agua de la cuenca del Ebro, la cual pone en riesgo el potencial productivo de los árboles frutales o la campaña del arroz, sin haber dicho nada cuatro días antes de dar el agua. Según el sindicato, la Confederación y el Ministerio "engañan" a los agricultores, anunciando ayudas que no servirán para nada y que son "un gesto insuficiente" para un sector que puede perder presente y futuro.

UP pide "mensajes claros" y contundentes por parte de las administraciones estatal y catalana, para concretar ayudas para quien pierda la fruta, la alfalfa, el maíz, el arroz y muchos otros, y priorizar así "salvar las plantaciones" sabiendo que "se les resarcirá" la cosecha. "No es lo mismo perder el cultivo que el potencial. No hay bastante dinero para pagar los árboles, para pagar las plantaciones y para pagar los regadíos", ha avisado a Vicente.

Modelo de alimentación en juego

Como ha añadido el responsable de sectores vegetales del sindicato y coordinador territorio de UP en las Terres de l'Ebre, Miquel Piñol, todos los cultivos —de invernadero, de secano y de riego— "están en peligro con esta sequía", pero lo más "grave" es que acabe con los productos locales del territorio y del país. "No es lo que ganaremos o perderemos, es que los sectores que producen alimentos están sufriendo y podemos perder la alimentación como la tenemos concebida hasta ahora", ha insistido.

El futuro, nada claro

De momento, el cereal de invierno de secano se ha perdido todo. Es el caso de Eegoitz Azkue, ganadero y agricultor de Marçà (Priorat). De ayudas, de momento, solo cuentan con las que tienen al alcance de su propio bolsillo, "de los fondos que los padres han sudado con el trabajo". El forraje que él cultiva le servía para alimentar a los animales de su explotación y ahora lo tiene que comprar todo. "Con el precio al que se está poniendo, no se puede", reconoce.

Su futuro lo ve negro. "Ya he comprado el ataúd y mi madre el otro día me decía que dejamos las granjas, que lo abandonáramos todo", lamenta Azkue. El ganadero también lamenta que cada vez los exijan más burocracia y unos conocimientos digitales que no tienen. "No hemos querido ser informáticos y cada vez nos piden más papeles. Hay gente en los despachos que no se dedican más que a cobrar y no nos ayudan en nada", ha recriminado.