El curso empezará el 5 de septiembre. Después de días y días de polémicas y de una comunidad educativa que ha protestado sin cesar, el conseller d'Educació, Josep Gonzàlez-Cambray, ha decidido mantener el adelanto en el calendario. En un pleno extraordinario que ha tenido lugar este lunes en el Palau Robert de Barcelona, los sindicatos han pedido al conseller que el adelanto no se produzca el próximo curso, sino el siguiente. Es en esta petición de los sindicatos que Cambray sostiene su argumento de que adelantar el curso es una buena idea: "Si se pide replantear 'el cómo' pero no 'el qué', significa que en ningún caso se replantea la decisión, de manera que todo el mundo está de acuerdo", ha manifestado Cambray. Y para argumentar que no es una buena idea aplazar este adelanto, el conseller ha insistido en que "no podemos demorar transformaciones que benefician al alumnado".

 

Tal como ha confirmado esta mañana ElNacional.cat, los sindicatos han llegado a este encuentro con el objetivo de aplazar para el curso siguiente el adelanto del calendario del curso escolar. Se trata de una propuesta que han acordado en la reunión de coordinación que ha tenido lugar este lunes por la mañana. Así pues, la idea era conseguir que la alteración del calendario no se produjera en el curso 2022-2023, sino en el 2023-2024. Han tenido esta idea miembros de Comisiones Obreras, USTEC y AFFAC. Cuando ha acabado el pleno, los miembros del Consell Escolar que representan sindicatos del mundo de la educación han salido a hablar ante los medios de comunicación, y han lamentado la "poca concreción" del conseller ante las preguntas que se le han hecho.

Hay que recordar que este pleno extraordinario fue convocado por Cambray la semana pasada, ante el malestar que había en el Consell Escolar; ya que el órgano no había sido consultado sobre qué le parecía adelantar el calendario del curso escolar, y el Departament está obligado a hacer consultas de este tipo. Se trata, de hecho, de una medida que ha molestado fuerza la comunidad educativa. La semana paso los sindicatos USTEC, CCOO, la Intersindical, UGT y Aspepc ocuparon el edificio del Departament d'Educació, y pasaron la noche. Al día siguiente, el viernes, el conseller se reunió con algunos miembros y, ante la negativa de Cambray de suspender el adelanto del curso, los sindicatos convocaron cinco días de huelga por|para el mes de marzo, sin concretar qué días se haría el paro.

Este lunes por la mañana se ha reunido la coordinadora de sindicatos del mundo educativo, y las diversas partes han hecho sus propuestas, en las cuales ha tenido acceso ElNacional.cat. El caso es que el 23 de marzo ya hay una huelga convocada para protestar contra la obligación de dar el 25% de las clases en castellano a Catalunya. Comisiones Obreras, por ejemplo, pide que el paro no se produzca después de esta fecha, para que los dos paros no se pisen. La propuesta de CCOO, pues, es que la huelga se divida en varios días: dos seguidos y tres separados por semanas, llegando en abril. El caso es que no se quiere que el paro afecte a la nómina de los docentes. USOC, por otra parte, pide apostar fuerte y, por lo tanto, es contrario a dividir los cinco días en dos meses. Delante de este escenario, hay sindicatos que han propuesto hacer paros por horas. Lo ve con buenos ojos la Intersindical, por ejemplo, ya que considera que hacer una huelga durante cinco días seguidos tendrá poco seguimiento por parte del profesorado. La UGT y la CGT, por ejemplo, consideran que la huelga se tiene que dividir en dos meses, a fin de que no tenga afectación en una sola nómina. Y el sindicato mayoritario, USTEC, no ve con buenos ojos hacer paros por horas, pero sí que se abre a escoger entre hacer días consecutivos y alternos.