El tráfico de personas, la mayoría mujeres para su explotación sexual, es un fenómeno delictivo del cual poco a poco se va tomando conciencia que existe en nuestra casa y que hay que dar una respuesta integral a las víctimas. En Catalunya hay iniciativas pioneras. El Departament de Justicia informa de que el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Catalunya (IMLCFC) se ha convertido en el primer centro del Estado español en crear una Unidad de Valoración Forense de Víctimas de Tráfico de Seres Humanos. Los informes forenses permiten documentar en la vulnerabilidad de la víctima y sus lesiones y secuelas físicas y psíquicas en los juicios contra los explotadores y las máfias. Las víctimas son casi siempre los principales testigos en estos juicios. El miedo y la falta de una buena protección (ahora se han regulado mejor las prestaciones a estas personas) puede hacer fracasar a su testimonio.

La Unidad de Valoración Forense de Víctimas de Tráfico de Seres Humanos es formada por los forenses Elena Cano, recientemente nombrada subdirectora de Barcelona Comarcas del Instituto de Medicina Legal, Alexandre Xifró, subdirector de Barcelona Ciudad del Instituto de Medicina Legal; Antonia Bertomeu, y la psicóloga forense Anna Mateu. Los cuatro profesionales participaron en una formación en el Centro de Estudios Jurídicos y Formación Especializada (CEJFE) del Departament de Justicia sobre la situación de las víctimas de tráfico de personas y vieron la necesidad de mejorar la valoración que se realiza a estas personas, que les solicitan desde la fiscalía a los juzgados.

Instituto de Medicina Legal de Catalunya señal ambiente / Foto: Carlos Baglietto
El Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Catalunya (IMLCF), en la Ciutat de la Justicia / Foto: Carlos Baglietto

Profundizar en el origen y la captación

Los cuatro forenses que integran la unidad atienden, en primer lugar, las demandas de la Fiscalía de Extranjería de Barcelona, que encabeza la comisión de seguimiento del protocolo catalán de protección de estas personas, y en la que hay los cuerpos policiales, como los Mossos de Esquadra, que este verano anunciaban que ha ampliado su Unidad Central de Tráfico de Seres Humanos (UCTEH); la unidad contra el tráfico de personas del Ayuntamiento de Barcelona y la unidad de psiquiatría transcultural del Hospital de la Vall d'Hebron, entre otros.

"Vimos que podíamos ir más allá en la valoración, además de su impacto físico, poder valorar factores de vulnerabilidad, como el origen, la captación. Es decir, poder explicar mejor científicamente el proceso vivido por esta víctima", explica la doctora Elena Cano. El grupo de profesionales hizo un estudio de las víctimas de tráfico valoradas al instituto, a partir del cual se ha editado una guía de cómo hacer la exploración forense a estas personas para compartir con los compañeros. La unidad especializada empezó a actuar el mayo pasado.

Entrevista Instituto de Medicina Legal de Catalunya a Antònia Bertomeu, Anna Mateu y Elena Cano trabajando alexander / Foto: Carlos Baglietto
Los profesionales de la nueva Unidad de Valoración Forense, en el IMLCF / Foto: Carlos Baglietto

La unidad se ha creado para que actúe de forma ágil y funcional, indican. Inicialmente, en una evaluación interviene un forense de guardia y uno de la unidad especializada si es necesario o solo con su asesoramiento puntual. La guía quiere cubrir esta función.Es vital abordar estos casos con formación en derechos humanos, en perspectiva de género y en transculturalitat, y evitar la revictimización, aunque el sistema judicial no lo facilita, aunque recientemente se impulsan las declaraciones preconstituidas a fin de que la víctima no tenga que revivir años después la explotación sufrida en un juicio.

Forenses en la actuación policial

Un avance radical y muy importante es que forenses de esta unidad son llamadas para actuar justo después de la desarticulación de una red de explotación por parte de los cuerpos policiales, con el visto bueno judicial, donde también interviene el SEM y otros profesionales. Recientemente, forenses especializadas actuaron después de la desarticulación  por parte de Mossos de dos redes con víctimas de explotación laboral en el Barcelonès. "En esta actuación emergente, se detalla si la persona tiene lesiones, cicatrices, su estado nutricional y una primera aproximación psicopatológica", detalla Cano. Recientemente, también se ha analizado el caso de una persona forzada a hacer mendicidad.

"Es muy importante hacer estas evaluaciones porque antes nos llegaban la mayoría de casos para evaluar meses después, incluso hasta dos años después de que la víctima ya hubiera salido de la red. Es positivo que en este tiempo, acompañada de una ONG, la persona se haya recuperado, sin embargo, en la valoración perdíamos todo lo que ha padecido", declara la psicóloga Anna Mateu, que es la responsable de coordinarse con las entidades y ONG que trabajan con estas víctimas.

Las entrevistas de las víctimas en el instituto se intentan realizar en un día, aunque siempre es mejor dos visitas. "A veces la persona llega con desconfianza y cansada después de declarar en comisaria, y en un segundo encuentro más acogedor y tranquilo puede ser más facilitadora que pueda explicar lo vivido", explica Bertomeu.

Entrevista Instituto de Medicina Legal de Catalunya Antònia Bertomeu, Anna Mateu y Elena Cano / Foto: Carlos Baglietto
De izquierda a derecha, las doctoras Antònia Bertomeu, Anna Mateu y Elena Cano, en la entrevista / Foto: Carlos Baglietto

En la sensibilización a las administraciones y la sociedad ha sido clave Adoratrius, entidad religiosa que da atención a mujeres vulnerabilitzades y que desarrolla desde el 2002 en Catalunya el programa SICAR cat, que ofrece atención integral a mujeres y niños víctimas del tráfico de seres humanos (TEH) para su recuperación y la restitución de sus derechos. Con el programa SICAR cat ha atendido a unas 200 personas en Catalunya, según precisa su memoria del 2019.

Cano, Mateu y Bertomeu también destacan el gran trabajo que se realiza desde la unidad de psiquiatría transcultural de la Vall d'Hebron. ¿Por ejemplo? En el caso de mujeres nigerianas, explotadas sexualmente, se pudo interpretar el miedo que expresaban a sufrir algún mal ellas o sus familias en relatar que les habían hecho rituales de vudú, y a las cuales desde la cultura catalana y occidental se puede calificar de "inauditas", exponen las forenses. Que las víctimas verbalicen que tienen una deuda también tiene que ser una alerta, indican.

Más trastornos de ansiedad

En las entrevistas, nunca se pregunta a la persona si se siente víctima de tráfico de personas, si no como se encuentra o si duerme bien. El informe que los forenses hacen para fiscalía y juzgados "no se plantean en términos de credibilidad", puntualiza Cano al ser preguntada si los tribunales preguntan sobre si las declaraciones de las víctimas"son fiables"; sino que se intenta explicar sus problemas de memoria, el miedo o la desconfianza en el sistema.

Las forenses especializadas también detallan que en estas evaluaciones más profundas han descubierto que las víctimas de tráfico de personas sufren más trastorno de ansiedad, que el trastorno posttraumático. También pueden tener trastorno del sueño, depresión, además de fobias. La situación económica de la persona es uno de los principales factores de vulnerabilidad, como la situación de la familia para que la persona acepte un trabajo y después sea engañada y explotada. Obligados a cometer delitos, como hurtos en el metro, y los matrimonios forzados también son tipos de tráfico de seres humanos, indican.

Entrevista Instituto de Medicina Legal de Catalunya, Anna Mateu y Elena Cano / Foto: Carlos Baglietto
Las doctoras Anna Mateu y Elena Cano, durante la entrevista / Foto: Carlos Baglietto

En el ámbito judicial, el año 2019 se creó un grupo multidisciplinar en el Centro de Estudios Jurídicos y Formación Especializada (CEJFE), coordinado por la magistrada Àngels Vivas, para analizar las diferentes problemáticas que genera el tráfico de seres humanos y aborda la vulnerabilidad de las personas afectadas por este tipo de delito. Un año después, el grupo confeccionó una Guía de buenas prácticas para la instrucción y el enjuiciamiento de los delitos de tráfico de seres humanos, con la coordinación de los magistrados de la Audiencia de Barcelona Carme Guil y Josep Antoni Rodríguez.

La fiscalía detalla las dificultades

Por su parte, la Fiscalía de Extranjería de Barcelona detalla en su memòria de 2021 que se iniciaron cinco causas penales por tráfico de personas en la provincia: 3 con finalidades de explotación sexual y 2 con finalidades de explotación laboral. En estos procesos se acusó a cinco personas. Además, se obtuvo una sentencia condenatoria de tráfico por explotación sexual. En el documento, la fiscal especializada expone la dificultad que existe en perseguir estas mafias y redes que tienen ramificaciones internacionales. Y añade que la modificación de dos tipos penales sobre la explotación de la prostitución, realizada por la ley orgánica 1/2015 "no está dando los resultados esperados y deseables". La fiscal también precisa que en ninguno de los escritos de acusación presentados ni en las sentencias dictadas "se aprecia delitos de explotación laboral porque pasaron en pisos prostíbulos sin licencia empresarial".

Radiografía de las víctimas

Previamente a la constitución de la Unidad, el equipo forense llevó a cabo una investigación, donde valoraron a 41 víctimas diferentes de tráfico de seres humanos entre el 1 de enero de 2018 y el 30 de junio de 2021. En el estudio se destaca que más de dos tercios de las víctimas son mujeres procedentes de la América latina y el Asia. El tipo de explotación fue mayoritariamente sexual, seguido del laboral. El principal método de captación fue el engaño. En el traslado, ya aparece en algunos casos la violencia, y la fase de explotación se caracteriza, para más de la mitad de las víctimas, por malas condiciones de trabajo, privación de libertades, amenazas, privación de alimentos o vivienda en malas condiciones. Una vez rescatadas, la mayoría se vincularon a alguna organización no gubernamental que da apoyo a las víctimas. "Ahora estamos más preparados para hacer un trabajo de calidad y de servicio a las víctimas de tráfico de personas en los procesos judiciales", concluye Elena Cano.