La marcada caída de la fertilidad global impedirá a la gran mayoría de los países y territorios del mundo mantener los niveles de población actuales en 2100, según una advertencia de un estudio publicado este miércoles en la revista científica The Lancet. Sin embargo, la investigación también señala que las altas tasas de fertilidad en las zonas del mundo con bajos ingresos, en especial, en el África subsahariana occidental y oriental, seguirán impulsando su crecimiento de población durante este siglo. Los autores del estudio advierten que la división demográfica tendrá "enormes consecuencias" tanto para las economías como para las sociedades, e instan a los gobiernos a tomar medidas para combatir este tipo "de amenazas emergentes".

Cambios en los patrones de nacimiento

La investigación, desarrollada por el Instituto de Medición y Evaluación de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en los Estados Unidos, prevé que más del 75% de los países —155 de 204— en 2050 no tendrá unas tasas de fertilidad lo bastante altas para mantener el nivel de población. Según los expertos, la cifra subirá hasta el 97% el año 2100. Los investigadores prevén una serie de cambios significativos en los patrones de nacimiento, porque casi se duplicarán en las regiones de bajos ingresos, que pasarán del 18% del 2021 hasta el 35% en el 2100. En este sentido, uno de cada dos niños nacido en el planeta a final de siglo lo hará en el África subsahariana. Para tratar de hacer frente al aumento de la natalidad en estas zonas, el estudio recomienda mejorar el acceso de la población a métodos anticonceptivos e invertir en la educación de las mujeres. Por el contrario, en países con bajas tasas de fertilidad y altos ingresos, las autoridades tendrán que introducir políticas que den apoyo a la natalidad y favorezcan la inmigración de cara a mantener el tamaño de su población y el crecimiento económico.

Los expertos recomiendan a las autoridades de los diferentes países del mundo a actuar para hacer frente a estos cambios demográficos que transformarán las sociedades, con "amenazas emergentes" para las economías, la seguridad alimentaria, la salud, el medio ambiente y la estabilidad geopolítica. El estudio indica que, en general, los países necesitan tener una tasa de fertilidad total (TFR, en inglés) de 2,1 hijos por persona para sostener los relevos generacionales a largo plazo. Las tablas de análisis señalan que en el 2100 solo seis países y territorios —Samoa, Somalia, Tonga, Níger, Chad y Tayikistán— tendrán una TFR por encima del 2,1.

Tendencia a la baja de la natalidad

Los investigadores alertan de que la actual tendencia descendente en la natalidad "es especialmente preocupante" en países como Corea del Sur o Serbia, donde la tasa se situará en 1,1 hijos por persona a finales de siglo. Así pues, durante las próximas décadas, la TFR seguirá cayendo a escala global hasta situarse cerca del 1,8 el año 2050, y el 1,6 el año 2100, una cifra muy por debajo del umbral aceptable para garantizar el relevo generacional. En concreto, prevén que la tasa de fertilidad total en la Europa occidental caerá al 1,44 a mediados de siglo, y al 1,37 a finales, aunque, países como Israel, Islandia, Francia y Alemania, superarán en el resto de países, situándose entre el 2,09 y el 1,40 respectivamente. "Las implicaciones son enormes. Estas tendencias futuras en las tasas de fertilidad y de nacimientos reconfigurarán completamente la economía global y el equilibrio de poder internacional", apunta en un comunicado a Natalia V. Bhattacharjee, coautora del trabajo.