El accidente en Pont de Molins, con 7 víctimas mortales, ha puesto de relieve una de las infracciones que pasan desapercibidas pero que cada año incrementa el número multas: Conducir sin el carnet

Según datos del Servei Català de Trànsit, el año 2015 se abrieron 8.345 expedientes a conductores que no llevaban el permiso en regla o que directamente no lo tenían. Son 244 más que el año 2014. Lo único que baja son las multas a los conductores con el permiso de conducir suspendido judicialmente o administrativamente. El resto, conducir sin haber obtenido nunca el carnet o seguir conduciendo el coche a pesar de no tener ni un punto, han subido. En Catalunya a 2.254 conductores que usaban el coche sin haber pasado nunca por la autoescuela les cayó una multa. Y 5.191, a pesar de no tener ni un punto, seguían conduciendo. 

 

El conseller d'Interior, Jordi Jané, ha dicho hoy que el Govern trabaja para cambiar los criterios jurídicos en los casos de conductores que no tengan el carnet en regla o vayan bebidos. A pesar de las cifras, el carnet por puntos ha sido una herramienta que ha proporcionado "muy buenos resultados" en la disminución de los accidentes de tráfico y de las infracciones, y ha afirmado que en las actitudes más graves ante del volante no son suficiente las multas.

Vía mortal

La N-II es una de las vías donde han crecido más los accidentes mortales este último año, según datos del Servei Català de Trànsit a las que ha tenido acceso El Nacional. De los 3 muertos que hubo en 2014, en 2015 se registraron 8. De hecho es una de las más peligrosas de Catalunya y ocupa la cuarta posición en el lista de vías con más muertos. 

 

Bebido, a alta velocidad y sin carnet

En el accidente del sábado en Pont de Molins (Alt Empordà) existían todos los ingredientes para hacer un viaje sin retorno. En el vehículo donde iban los cinco jóvenes que resultaron muertos, de entre los 19 y los 22 años, nadie llevaba el cinturón puesto. El coche circulaba a una velocidad excesiva, y el conductor tenía el carnet de conducir retirado desde diciembre del 2015 y acumulaba varios antecedentes policiales por alcoholemia y otras infracciones en el volante. Dentro del coche se encontraron dos botellas de vodka, además de 6.570 euros, de los que todavía no se ha aclarado su procedencia. Los jóvenes muertos eran de Perpinyà, Carcassonne y Toulouse.

El coche que venía de Francia por la N-II impactó con otro turismo. Dos ocupantes del otro vehículo también murieron en el acto. El conductor está estable y no se teme por su vida, continúa ingresado en el Hospital Josep Trueta de Girona.