Una veintena de parques de bomberos voluntarios de Lleida y varios de Tarragona y Girona han acordado enviar cartas a sus ayuntamientos para comunicarles que no abrirán sus instalaciones por la incapacidad de garantizar el servicio a causa de la falta de personal y material.

Algunos ya han entregado las cartas y otros lo harán en los próximos días, según ha explicado a Europa Press este miércoles el presidente de la Associació de Bombers Voluntaris de Catalunya (Asbovoca), Josep Maria Alcalà, del parque de Lleida.

Los parques de Agramunt, Coll de Nargó, Serós, Borges y La Granadella, de Lleida, son algunos de los que ya han entregado la carta a los ayuntamientos, según sus datos.

"Bomberos de la Generalitat se ha colapsado, el modelo mixto ha quebrado, se ha roto. Es una enorme responsabilidad para un jefe de parque estar pendiente del móvil 24 horas al día, 365 días al año para responder a incendios y accidentes y no poder dar salida. Genera mucha ansiedad e impotencia y se han cansado", ha afirmado.

Alcalà señala que la situación es la misma en toda Catalunya y que los propios bomberos funcionarios están cerrando parques desde hace dos meses, una situación "que no había pasado jamás".

Dotación mínima

De los 74 parques profesionales unos 25 cada día están por debajo de la dotación mínima para salir y en los otros 76 de bomberos voluntarios "será un ejercicio responsable y libre de sus jefes de parque hacer esas comunicaciones a los ayuntamientos", ha agregado.

Alcalá ha insistido en que el reglamento dice claramente que la responsabilidad de las salidas corresponde a los jefes de parque y que la responsabilidad de las emergencias es del alcalde.

"Si la Generalitat, que es la que coordina todo, durante años no ha puesto los medios materiales y los recursos humanos suficientes para garantizar el servicio, la gente no quiere tener esta responsabilidad", ha recalcado.