Tres horas y media después de que se haya vuelto a okupar el Banc Expropiat, ningún mosso ha puesto todavía un pie allí. Fuentes policiales han contado a El Nacional que tendrán que ver como evoluciona la tarde" y que están pendientes que el propietario denuncie. De oficio, la policía no puede desalojar.

Hace cinco meses, el 4 de junio, cinco miembros del colectivo Banc Expropiat entraron haciendo un agujero en una de las planchas de hierro de la fachada principal. Se encadenaron con cemento e hicieron pública la nueva ocupación por sorpresa mediante un vídeo que se llegó a cuestionar que fuera real y que incluso fuera real la nueva ocupación. Horas después las unidades especiales de los Mossos d'Esquadra, GEI y BRIMO, llegaban a Gracia para volver a desalojar. La policía fue una vez recibió la denuncia del propietario Manuel Bravo Solano. Hoy, cuando hace seis meses del final de la semana de disturbios que hubo debido al primer desalojo del Banc Expropiat, el colectivo se ha organizado y ha vuelto a entrar. La policía no ha hecho acto de presencia y, si no es porque hay algún problema de orden público, hasta que no reciban la denuncia del propietario no pueden ir a sacar a nadie.

Dentro hay un grupo de entre 5 y 6 personas, según ha podido saber El Nacional. Siguiendo la manera de actuar del colectivo, es muy probable que se hagan fuertes dentro del local, atándose de nuevo. Fuera está todo el grupo de apoyo, y más allá de algunes increpaciones a los periodistas, todo está tranquilo.

El colectivo ha sacado los tres grandes postigos de hierro que había en el lateral del edificio y que blindaban el banco. También han sacado las dos capas de acero que precintaban la puerta principal. Una vez dentro, la idea es aguantar y recuperar las actividades que se hacían antes del primer desalojo.

Segundo intento

El 4 de junio cinco miembros del Banc Expropiat volvieron a entrar y acabaron detenidos. La policía estuvo seis horas para sacarlos. Eran tres chicos y dos chicas. Estaban atados y las dos chicas tenían los brazos dentro de dos bidones llenos de cemento. Los detenidos tenían entre 27 y 34 años, cuatro tenían nacionalidad española y uno, la italiana. La policía les acusó de delitos de daños, desobediencia grave y de usurpación de bienes inmuebles.

En aquella ocasión para entrar en el Banc la policía hizo una apertura lateral y por la noche se volvió a cerrar. También se reforzaron todos los alrededores de la puerta de entrada con nuevas planchas de hierro. Antes de cerrar, se revisó todo el local por dentro con dos cerrajeros y se soldó algún espacio susceptible de ser agujereado. Hoy, los miembros del Banc Expropiat han reventado la fortaleza.