Banco Expropiado celebra las Festes de Gràcia con una nueva okupación.

La semana pasada entraron en un nuevo local pero no lo han hecho público hasta ahora. El colectivo explica a través de su cuenta de Twitter que es la vía legal que han encontrado para evitar el desalojo exprés. De hecho, aseguran que no quieren afectar a las fiestas del barrio porque también son las suyas: "Son nuestras fiestas, y una cosa no saca la otra".

En un comunicado explican que no han hecho público el lugar y han hecho la okupación sin ruido "para que la policía no tenga el argumento legal de desalojarnos en 72 horas, sino que se tenga que abrir un proceso legal que, por la burocracia que implica, obligue a que pase todo el mes de agosto y así evitar que tenga lugar ningún conflicto durante estos días".

También aseguran que no quieren ensombrecer la fiesta: "Como cualquier vecino del barrio queremos pasarlo bien en las fiestas, que también son nuestras, compartir todo el trabajo hecho tanto de los adornos como de las programaciones y disfrutar de estos días en que la calle se convierte en un gran lugar de reunión. Conocemos bien todo el esfuerzo que todos hemos invertido en la preparación de las fiestas y queremos disfrutarlas de la mejor manera posible".

Para evitar la presencia policial, desalojos y posibles disturbios, no harán público el lugar ocupado hasta mañana por la noche.

En el comunicado insisten que su intención no es okupar definitivamente este nuevo local alternativo que han habilitado ahora, sino que el objetivo es y ha sido siempre volver al Banc Expropiat de Travessera de Gràcia de donde a finales del mes de mayo la policía los desalojó por orden judicial. El desalojo acabó en disturbios y cargas policiales que se alargaron durante quince días en el barrio. Los okupas volvieron al banco un sábado por la mañana y los volvieron a sacar, pero también organizaron actos festivos, caceroladas y manifestaciones y concentraciones, algunas de las cuales acabaron con cargas policiales y el enfado de los vecinos, que tuvieron el barrio blindado policialmente durante dos largas y duras semanas.

La policía ha montado un dispositivo de mínimos. No ha tenido en cuenta en ningún momento que Banco Expropiado pueda provocar ningún tipo de disturbio durante la fiesta y los Mossos han diseñado un operativo discreto que sólo piensa irrumpir en caso de que no se vacíen las plazas una vez acabada la fiesta a las 2 de la madrugada o si alguien provoca incidentes.