"Ha sido bastante fuerte", asegura Ariadna, a una joven menorquina que actualmente reside en Nueva York al recordar el inusual terremoto de magnitud 4,8 que sacudió la ciudad este viernes. El seísmo se produjo hacia las 10:20 de la mañana, hora local, momento en que esta joven estudiante estaba en la habitación de la residencia donde vive, situada en una quinta planta. "Empezó a temblar todo mucho, y pensé que era el viento, porque en los últimos días ha habido ventoleras fuertes que retronaban mucho", relata Ariadna a ElNacional.cat, y explica que posteriormente se empezó a mover su cama y las paredes. Con todo, afirma que no lo vivió con pánico, en parte porque no acababa de ser consciente de lo que estaba pasando. "Hubo un momento que entendí que era un terremoto, pero no supe qué hacer, me quedé quieta y paró", reconoce, a la vez que apunta que el seísmo tan solo duró unos segundos.

Una vez se marchó el temblor, el primero que hizo es buscar en Internet si se había producido un terremoto, pero como justo acababa de ocurrir no encontró ninguna información. Sí que lo pudo confirmar a través del chat con los compañeros del máster que cursa en la ciudad. "Todo el mundo se preguntaba '¿qué acaba de pasar?'", explica. Cerca de 40 minutos después de oír el terremoto, los móviles de los neoyorquinos recibieron una alerta que advertía que, efectivamente, había habido un seísmo en el área metropolitana. "Se recomienda a los residentes quedarse en el interior de los edificios y llamar al 911 en caso de emergencia", decía el mensaje. Más tarde, otra notificación avisaba de que se podían producir réplicas, pero instaba a todo el mundo a hacer vida normal. "Y eso es lo que hicimos todos", afirma Ariadna, que concluye: "ha sido toda una experiencia".

Alerta terratremol nueva york
Alerta que recibieron los habitantes en Nueva York después del terremoto. Foto: Cedida

El terremoto no provocó daños ni heridos, a pesar de haber sido el más intenso desde 1950 en esta área de la costa este, según datos del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS). La ausencia de consecuencias del temblor —que en países sísmicos como México o Chile sería una anécdota— sumada a la novedad que suponía para los habitantes de la Gran Manzana, rápidamente lo convirtieron en un producto de marketing en la ciudad, y de meme en las redes sociales. Una tienda de camisetas sacó en venta, nada más dos horas después del temblor, una pieza con el lema 'sobreviví en el terremoto de Nueva York'. En las redes había quien frivolizaba pidiendo "volverlo a repetir" por diversión.