El Gobierno y las autonomías aprobaron ayer miércoles las pautas que marcarán la gestión de la pandemia el próximo curso. La ministra de Educación, Isabel Celáa, informó del acuerdo, que se tomó en el seno del Consejo Interterritorial de Sanidad. Hoy, desde las conselleries de Educación y Salud se ha enviado en los centros educativos el Plan de actuación para el próximo que se aplicará en Catalunya.

No hará falta distancia mínima

Según ha explicado la ministra Celáa, el Gobierno y las comunidades han acordado mantener los refuerzos educativos, los grupos burbuja y la mascarilla el próximo curso. Unas medidas que han servido, según ha explicado la ministra, para que el 99,6% de las aulas funcionen con normalidad y solo el 0,01% de los centros hayan tenido que cerrar a raíz de la pandemia. "España está al frente de los países europeos que han perdido menos días de clase", ha asegurado en declaraciones en la prensa.

Tal como indica el Plan de actuación para el curso 2021-2022, en las escuelas catalanas, la mascarilla será obligatoria a partir de los 6 años, se mantendrán los grupos estancos de convivencia, o grupos burbuja, en las aulas y la necesidad de mantener la limpieza y la ventilación en las aulas. La gran novedad es que no hará falta distancia mínima en el grupo estable, como tampoco será necesario coger la temperatura a los alumnos.

Apuesta por la presencialidad

Por otra parte, se permitirá la interacción en el patio entre los diferentes grupos de convivencia, eso sí, con mascarilla. También se podrá intercambiar materiales entre el alumnado y se valorará la revisión de la mascarilla en función de la pandemia.

La principal continuidad de las medidas vigentes el actual curso es el mantenimiento de la presencialidad a todas las etapas educativas. También será necesario un lavado constante de manos por parte de alumnado y profesionales, en este sentido, el documento justifica la medida asegurando que "se ha demostrado que es de las más efectivas para preservar la salud". "Por lo tanto, se garantizarán en los centros educativos varios puntos de lavado de manos así como dispensadores de gel hidroalcohólico", añade.

Un protocolo "vivo"

El texto plantea la posibilidad de cambios con respecto a la mascarilla. Así, en función de la inmunidad alcanzada con la vacunación, el contexto epidemiológico y la normativa vigente, puede variar su uso de cara al próximo curso. Una idea también compartida por la ministra Celaá, la cual ha destacado que el protocolo que se ha acordado "está vivo" y se ajustará a los diferentes contextos que se pueden producir.

Aunque, el próximo curso, en los centros de Catalunya, no se deberán mantener la distancia mínima de 1,5 metros si pertenecen a un mismo grupo, sí que será obligatoria en caso de que terceras personas se tengan que relacionar con estos -docentes y otros profesionales de apoyo educativo- o en caso de que diferentes grupos se tengan que relacionar entre sí.

Los alumnos podrán llevar juguetes

Otra medida que cambia es la de poder llevar juguetes o intercambiar material entre el alumnado, que hasta ahora no estaba permitido. El próximo curso, los alumnos podrán volver a llevar juguetes a la escuela y utilizar material compartido en el aula.

 

 

Empezar a vacunar a adolescentes

La semana pasada el ejecutivo español remitió a las comunidades el borrador de las medidas, han sido aprobadas. Este partía de la premisa que las medidas que se han aplicado durante el presente curso han funcionado correctamente, pero recordaba que todavía no se ha definido cómo se hará la vacunación infantil y que no se sabe cómo afectarán a la evolución de la pandemia las variantes detectadas.

Durante la rueda de prensa posterior al Consejo Interterritorial, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, no ha descartado que se pueda vacunar contra la Covid-19 el colectivo de jóvenes de entre 12 y 16 años antes de empezar el próximo curso, el mes de septiembre. La medida, sin embargo, está a la espera de la aprobación del Agencia Europea de Medicamentos (EMA). En los Estados Unidos ya se aplica.

 

 

Imagen principal, alumnos de la Escolanía de Montserrat durante este curso / ACN