El teniente de alcalde Jaume Asens ha comparecido en el Ajuntament de Barcelona ante todos los grupos municipales, por la llamada que hizo a la abogada del agente que fue agredido por un mantero, supuestamente para pedirle que no pidiera la prisión provisional para el agresor. "Fue una comunicación en el marco de mis competencias como responsable político del ámbito de justicia. Entra dentro de mis funciones la interlocución cotidiana con los letrados", ha dicho Jaume Asens, que ha defendido a la Guardia Urbana durante su comparecencia. 

El teniente de alcalde ha justificado todo lo que hizo porque cree que está dentro de sus funciones. "Di instrucciones a servicios jurídicos para personarnos", ha dicho. En el momento en que el Ajuntament estudia presentarse como acusación es cuando llama a la abogada del agente agredido para hablar sobre la posibilidad de pedir prisión provisional para el mantero. "El interés era saber cuál era la opinión de la abogada y asegurarnos de que se habían descartado otras opciones", ha indicado Asens.

Finalmente la abogada pidió prisión y el juez la dictó. Algunas fuentes apuntan, sin embargo, que la llamada de Asens fue autoritaria y rozó la coacción. Un hecho que hoy él mismo ha negado. En derecho penal no hay blanco ni negro. Queríamos asegurarnos de que para intentar reparar una injusticia no se cometiera otra injusticia", ha concluido.

Asens mantiene que fue un "intercambio de impresiones entre un bufete y los clientes". "No hubo ninguna injerencia ni coacción". Y ha querido separar su trabajo y defensa de sus clientes en su época de abogado, de su tarea ahora como teniente de alcalde del Ajuntament de Barcelona: "No querría que mi pasado, que todo el mundo conoce, pudiera suscitar el recelo por parte de miembros de la Urbana. No hice una llamada en mi condición de abogado. Tengo muy claro que soy teniente de alcalde y defiendo el interés general".

Desgastar el gobierno

La CUP hoy no ha hecho oposición contra Jaume Asens. Al contrario, se ha encarado en solitario al resto de grupos. El concejal cupaire Josep Garganté ha calificado la comisión de herramienta de desgaste del gobierno municipal y ha dado su apoyo al teniente de alcalde. Ha pedido en cambio la cabeza del intendente mayor de la Guàrdia Urbana, Evelio Vazquez, y ha dicho que se haga limpieza en el cuerpo porque a estos nadie los ha votado. 

Joaquim Forn, de CiU, ha pedido respeto por la Guardia Urbana y ha recordado que Asens, antes de ser teniente de alcalde, en su papel de abogado había denunciado reiteradas veces que este cuerpo es el que más denuncias tiene del Estado español. Alberto Fernández Díaz, del PP, ha pedido responsabilidades políticas.

A todo Asens ha respondido que mientras él comparecía para dar explicaciones "hay otros que intentan organizar la comisión en un clima preelectoral para desgastar al gobierno".

Apoyo a la Urbana

"Ya dijimos que fue una agresión grave que se tenía que investigar", ha empezado Asens el relato de apoyo a la Guàrdia Urbana. Un apoyo que se ha puesto en duda estas últimas semanas, tanto desde dentro del cuerpo como desde los diferentes grupos municipales de la oposición.

"A veces el trabajo de los agentes de la Guàrdia Urbana -ha proseguido- es duro y difícil. Están expuestos y a veces se producen situaciones complejas. Vaya de antemano nuestro apoyo", ha concluido.

Asens, que aplazó una reunión con la Guàrdia Urbana para dar explicaciones sobre este tema, hoy ha explicado que quería primero dar la información a los grupos, evitar filtraciones, y después reunirse con el cuerpo. Queda pendiente, por lo tanto la reunión.

CiU ha sido dura para visualizar la "ruptura entre gobierno local y Guàrdia Urbana", ha dicho Joaquim Forn. También el PP ha hecho la misma acusación.