El Pleno del Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) tiene previsto aprobar este martes una ampliación de 45 minutos al periodo de precontratación de los vehículos VTC al cuarto de hora que ya estableció la Generalitat en el decreto por regular el sector, aprobado hace unas semanas.

Además, el reglamento incluye sanciones de hasta 300 euros en las sanciones por infracciones leves, de 301 en 1.4000 euros las graves y hasta 6.000 euros las muy graves y el precinto del vehículo si, por ejemplo, no está dado de alta en el Registro de Vehículos VTC, o si lo está, hacerlo en nombre de otra persona. También se considerará infracción muy grave negarse a la actuación de los servicios de inspección o conducir con el permiso caducado por sentencia judicial o falta de puntos.

Entre las infracciones graves, estará el uso de vehículos diferentes a los que consta en el registro, intentar captar clientes en la vía pública, como el andén de una estación, en un puerto o aeropuerto, o a mano alzada, y que el conductor del vehículo no esté dado de alta en la Seguridad Social, entre otros supuestos, como que los servicios no consten en el Registro, es decir, el momento de la solicitud, día y hora de recogida, el origen, el destino y los recorridos mínimo y máximo previstos. Por último, como sanciones leves, está el no tener visible la documentación del vehículo VTC o retener más de dos días objetos ajenos.

Por otra parte, el reglamento de la AMB tampoco permite "implantar ni practicar" la geolocalización con carácter previo a la contratación los vehículos, aunque sí podrá saber la localización una vez formalizado el servicio para así identificar el vehículo. Asimismo, tampoco se permite el estacionamiento y fija que cuando este sea necesario para cargar o descargar pasajeros se haga "de manera que se minimice la afectación al tránsito rodado y a la ocupación del espacio público de estacionamiento" y de acuerdo con la normativa vigente de tráfico.

Una vez entró en vigor el texto de la Generalitat hace un mes aproximadamente, las plataformas Uber y Cabify decidieron suspender su actividad en Barcelona y anunciar un ERE para más de 3.000 conductores, según la patronal Unauto.