El Govern ha confirmado la necesidad de aumentar el número de municipios en alerta por sequía. Este miércoles, el director de la Agencia Catalana del Agua, Samuel Reyes, firmará la resolución que extenderá la alerta, además de medio millar de municipios de Catalunya en las cuencas Darnius-Boadella y Ter-Llobregat, estas se suman a los otros territorios que ya se encontraban bajo esta alerta. De manera que, una vez entre se publique viernes la resolución correspondiente al Diario Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC), habrá un total de 515 municipios de 25 comarcas que estarán en alerta. Así pues, las medidas de ahorro de agua afectarán a 6,7 millones de catalanes.

Ante la falta de lluvias de los últimos meses, las reservas de los embalses han seguido bajando, con el sistema Ter Llobregat en el 34% (207 hm³) y el de Darnius Boadella al 33% (20 hm³). Una vez analizadas las recomendaciones del Observatorio de la Sequía y convocado el Comité de Sequía a finales de la semana pasada, se ha tomado la decisión de declarar la alerta.

Los principales afectados: el sector industrial y agrícola

"La ciudadanía no notará la alerta. No habrá cortes de agua. Pero la industria, por ejemplo, tendrá una reducción del 5% en el uso del agua", avanzó el pasado lunes la consellera de Acción Climática, Teresa Jordà, a quien subrayó que el agua de boca está garantizada. Como ya apuntaba la consellera Jordà las restricciones se notarán principalmente en la industria, pero también en el sector agrícola.

La declaración de alerta implica la reducción del uso del agua para riego agrícola (25%), para usos ganaderos (10%), para los industriales (5%), para usos recreativos que impliquen riego (30%) y para otros usos recreativos (5%).

Más medidas para la gestión de la sequía

Además de las restricciones en el ámbito industrial y agrícola, la alerta por sequía prevé la aplicación de otras medidas. Por ejemplo, con respecto a los usos urbanos, se limitará el riego diario de jardines y zonas verdes así como llenar fuentes ornamentales o limitar como se llenan las piscinas y el agua que se utiliza para limpiar las calles. También se establece una dotación máxima de 250 litros por habitante y día.

También se prevé la reducción de las extracciones de agua de los embalses y la producción de agua desalinizada se incrementa progresivamente del 50-75%. Así como, el incremento del régimen de extracciones de agua de los acuíferos y pozos recuperados. Se anularán los desembalses para uso exclusivamente hidroeléctrico y se intensificarán los controles de usuarios y el refuerzo de las medidas de ahorro en las redes de abastecimiento.