Los agricultores están indignados porque tras las terribles e históricas heladas que han arruinado a media Catalunya se sienten abandonados por los gobiernos catalán y español. Sólo en las comarcas de Lleida la factura de la tragedia llegará a los 2.300 millones de euros. Un equipo de ElNacional.cat ha compartido todo un día con los agricultores afectados y este domingo publicaremos un amplio reportaje que refleja la verdadera magnitud de la tragedia. Hoy os mostramos en vídeo la decepción de los profesionales de la agricultura con los políticos. "No puede ser que la consellera de Agricultura, Teresa Jordà, no haya aterrizado en Lleida hasta cuatro días después de la terrible helada y el gobierno español ni está ni se lo espera", dice muy dolido Josep Maria Companys que ha perdido el 100% de su cosecha. Josep Maria tiene muchos años de experiencia y ha sido coordinador territorial de la Plana de Lleida de Unió de Pagesos. Podéis ver sus declaraciones en este vídeo:

 

Pere Aragonès no ha venido; Lleida les queda muy lejos

¡Pere Roqué, presidente de ASAJA en Lleida desde hace muchos años, también muestra dolido! "El presidente Pere Aragonès, debería haber venido y no entiendo que la consellera Jordà no nos haya visitado hasta este jueves cuando, el pasado domingo por la mañana, ya teníamos las cosechas muertas. Lleida les queda muy lejos", se lamenta Roqué. "De Madrid tampoco ha venido nadie. En Lleida tenemos un complejo económico, social y empresarial muy importante y también nos gusta tener respuestas rápidas. Habría ido bien que, como mínimo, desde Presidencia y/o vicepresidencia de la Generalitat nos hubieran dicho alguna cosa el mismo domingo por la mañana o nos hubieran visitado durante esta semana pero nada de nada, ni una cosa ni la otra. Sólo ha venido la consellera y lo ha hecho cuatro días tarde". Cuando preguntamos a Pere Roqué si espera gran cosa de la Administración nos dice "rotundamente no porque hace tres años, cuando sufrimos el gran incendio de la Ribera d'Ebre y Les Garrigues, prometieron ayudas a todos los productores que perdieron sus explotaciones. Tuvimos que cortar las carreteras durante seis meses para que el Govern del president Torra y de la consellera Jordà pagara las ayudas que prometieron. Espero que esta vez no tengamos que cortar las carreteras durante medio año para cobrar. Y esperamos que hagan un plan de ayudas directas para los productores de fruta dulce. La Administración, como mínimo, nos tendría que dar el 30% de las pérdidas en ayudas directas y este 30% tiene que ser directo, no puede ser a través de créditos bonificados. En Lleida la agricultura representa el 7,8% del PIB. Pedimos a los políticos que se dejen de historias y de banderas y que se pongan de acuerdo los gobiernos del Estado y el de la Generalitat para que nos llegue una aportación económica. Tienen que entender que lo que se invertirá no es una ayuda sino que es una inversión que después retorna al país con puestos de trabajo. Necesitamos una ayuda real, efectiva y rápida," sentencia Roqué en una entrevista que podéis ver aquí mismo:

 

El gobierno español ni está ni se lo espera

Raül Sales ha sido responsable del sector de la fruta dulce de Unió de Pagesos durante muchos años. Lo entrevistamos en una de sus fincas de melocotoneros arrasadas por el frío y nos dice "lo que queremos es tener a los políticos cerca, no sólo que vengan a decir buenas palabras". Raül es más optimista que sus compañeros y cuando le preguntamos si espera gran cosa de los políticos nos dice que "sí, al menos para salvar el año. Lo que tienen que hacer los políticos es hablar entre ellos (Agricultura, Economia y Treball) porque entre 50.000 y 60.000 personas se quedarán sin trabajo. En Barcelona y en la zona industrial no hay ninguna empresa con tantos trabajadores. Estamos ante un problema muy grave en toda la zona frutícola. Muchos miles de personas no tendrán trabajo y eso hará que la economía de Lleida sea un desastre". Sales pide al Gobierno "que se ponga las pilas con el tema de los impuestos. Ya hace muchos años que los módulos están desfasados".

 

Tuvimos que cortar las carreteras durante seis meses para que el Govern de Torra y de la consellera Jordà nos pagaran las ayudas que nos prometieron

En las comarcas de Lleida se ha perdido más del 80% de la cosecha en más de 50.000 hectáreas de fruta dulce y almendras. ¿Cómo se soporta una calamidad como esta? "Es más grave de lo que la gente se imagina", explican ante las cámaras de ElNacional.cat. Este domingo, veremos la tristeza y la desilusión de los campesinos que ahora luchan para no perder la cosecha del 2023. "Por culpa de las heladas de este mes de abril también peligra la cosecha del año que viene", alertan. Nos pagan las manzanas a 25 o 28 céntimos y después de estas heladas todavía hay grandes distribuidores que nos quieren comprar las manzanas igual de baratas, esta es la desgracia que sufrimos". ¿Y a partir de ahora, qué? ¿Vale la pena invertir para tan sólo el 20% de la cosecha que ha quedado en algunas fincas? ¿Y qué esperáis de los seguros?

 

La consejera|consellera de Agricultura, Teresa Jordà, visita los fruteros afectados por las heladas / Foto: ACN Laura Cortés La consellera de Agricultura, Teresa Jordà, visita a los agricultores afectados por las heladas pero no lo hace hasta cuatro días después de la tragedia / Foto: ACN_Laura Cortés

Los agricultores también piden a los políticos que gobiernen porque "no puede ser que en Catalunya los grandes supermercados vendan manzanas italianas cuándo nosotros las tenemos en la cámara. Pasa lo mismo con las cerezas que en diciembre y enero, cuando aquí no tenemos, nos llegan del hemisferio sur. Las organizaciones agrarias también piden a los consumidores que, cuando vayan a comprar, se fijen en la procedencia de la fruta. Los únicos que están mentalizados son los consumidores franceses para los que primero siempre es la fruta de su país y luego, si les falta, ya se verá". Este domingo os invitamos a descubrir la magnitud real del drama de las heladas en un reportaje en vídeo que publicaremos en ElNacional.cat con el testimonio de los agricultores desde los campos totalmente arruinados por el frío tardío.